Cap.18=Esto está mal

173 29 3
                                    

Capítulo dieciocho

No sé qué es lo que estoy haciendo.

Bueno, sí soy consiente de lo que está pasando, pero mis labios no paran de moverse junto a los suyos en una sincronía perfecta haciendo que los pocos pensamientos de cordura que pasan por mi mente se desvanezcan.

Lentamente siento como sus manos bajan a mi cintura para despegarme de la puerta y llevarme consigo paso a paso hasta sentir el borde de la cama.

Esto está mal.

No.

No puedo.

No podemos.

Poso mis manos sobre su pecho haciendo que Mason se despegue de mí a regañadientes y de un brinco quedó de pie a uno de sus costados mientras que hago que mis piernas me alejen considerablemente de su presencia, ya que sé que si me quedo cerca puedo volver a caer y esta vez no habrá vuelta atrás.

No creo poder volver a tener la fuerza de voluntad para separarme.

Él se gira hacia mí con su respiración agitada y sus labios rojos entreabiertos, da un paso hacia mí, pero retrocedo inmediatamente y sus ojos mieles dilatados me escanean de arriba a bajo haciendo que me erice por completo.

—¿Qué sucede? —cuestiona cerrando los ojos por unos segundos y calmando su respirar —¿Hice algo que no te gusto?

Niego y dejo que el frío del la habitación me envuelva lentamente. Suspiro —No podemos hacer esto... Bueno, yo no puedo hacer esto —paso ambas manos por mi cabello y observo un punto fijo en el piso —se supone que eres mi superior, —le digo y automáticamente recuerdo a las otras dos locas que andan detrás de él— también está lo de esas tipas y sea lo que sea que tengas con ellas —ruedo mis ojos —lo que menos quiero es tener que amanecer muerta en algún riachuelo cerca de aquí porque ambas se pongan a pelear al gran amor de su vida conmigo —bajo los brazos a mis hombros sabiendo que he dado una excusa perfecta y lo miro de reojo haciendo que mi corazón de un brinco por la gran sonrisa que hay en su rostro.

¿Qué es lo que le causa tanta gracia?

—Asi que lo que tienes son celos, eh —se cruza de brazos mientras camina hacia mí haciendo corta la distancia entre los dos y yo junto mis cejas de manera confusa por lo que acaba de salir de su boca.

¿Celosa yo?

¿De dónde se saca semejantes cuentos este tipo?

Yo me separé, porque...

Ya ni siquiera sé por qué lo hice, pero ese no es el punto.

—No sé si fue que no entendiste bien o no escuchaste bien, pero dije que no quiero andar peleando con tus otras novias, —me giro dándole la espalda para tener un círculo vital amplio —no que estuviese celosa de ellas.

¡Por favor! Una tiene complejo de tóxica traumada y la otra... Mejor no digo nada.

—Pero si me afirmaste más la teoría de que fue por eso antes del tema del superior y tal, además —siento una de sus manos tomar uno de mis brazos sin previo aviso y quedó nuevamente pegada a su pecho mientras esos ojos mieles brillan sin parar —si supuestamente fue por lo segundo, a quién le tiene que importar que me traen loco tus ojos. —suelta haciendo que esa sensación de sentirme emocionada aparezca arrasando con mi rostro a su paso, sin embargo un click en mi cerebro hace que reaccione y me aparte de manera brusca.

Es cierto que tiene potencial de bandido en serie.

Casi caigo.

—No voy a ser una más de tus víctimas que tienes y después dejas —lo señalo —muy buen intento, pero vas a necesitar más que una frase bonita para tenerme de rodillas —me cruzo de brazos volviendo a crear esa distancia entre los dos.

Sonríe —¿En serio piensas que todo lo que estoy haciendo es solo porque te quiero de rodillas ante mí? —hace una pausa —bueno no niego que me gustaría, pero el tema que tengo contigo va mucho más allá que solo tenerte en mi cama, novata. —chasquea su lengua.

¿Qué otro tema tiene conmigo que no sea el estar en ese sentido?

Seguro lo dijo para hacerse el interesante. No caigas en su trampa, Molly.

Sacudo mi cabeza, —Sinceramente ese tipo de comentarios me ponen aún más incómoda, porque estás afirmando que sí o sí me quieres ahí —señalo la cama y ruedo los ojos haciéndome la indignada.

Levanta sus manos —Okay, entonces lo haré a la antigüita contigo —admite —trendré que leer tu expediente y comprar flores y chocolates para darte a escondidas —susurra más para sí que para ambos y yo trago grueso controlando el nerviosismo que esto me causa por saber que viniendo de él puedo esperar cualquier cosa.

—Aún así no pienso aceptar... Mason estamos a mitad de un trabajo y si sigues intentando cosas innecesarias y causando fracturas en el plan puedes hecharlo a perder y no quiero que la que se coma toda la mierda sea yo, —suspiro cansada dejando caer mis brazos —porque estoy más que segura que tú quedas libre de todo y yo, —hago una pausa —bueno yo regresaré a mis guardias en la base o tal vez termine inflando globos a millas de distancia, por lo tanto, te pido que detengas esta absurda necesidad de estar conmigo y no hagas que nos descubran a ambos, ¿Somos hermanos, recuerdas? —nos señalo y este levanta una ceja incrédulo.

—Tú y yo no somos hermanos —su cara detona neutralidad pura —aparentamos serlo por un estúpido plan que no va a tener éxito jamás.

¿Qué?

¿Escuché bien?

—¿Jamás dices? —levanto mis cejas impresionada —¿Cómo es que te haces llamar mayor y piensas de esa manera? ¿No se supone que debes guiar esto y llevarlo por buen camino hasta tener los resultados que no han conseguido en este largo tiempo? —hago una mueca de desagrado con mis labios y examino su rostro puesto en un punto fijo mientras que en mi cabeza se instala una gran duda que no voy a mencionar, pero que tampoco pienso olvidar.

De casualidad, no será que él...












Operación D ©Where stories live. Discover now