Cap.24~Vergüenza

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Capítulo veinticuatro

—¿Laura? ¿en serio no está pasando nada en lo que te podamos ayudar? —la jefa de mi jefa grita detrás de la puerta mientras que el chico con el que estoy me tira sobre el sofá. 

Sus ojos traviesos dejan pasar unos de esos tantos destellos que he visto y por los cuales no he preguntado, al mismo tiempo que toma los extremos bajos de su camisa y tira de ella hacia arriba dejándome ver su perfecto cuerpo trabajado.

¡Dios dame fuerzas, por favor!

Dejo que mi mirada recorra desde el inicio de su cuello donde yace aquel tatuaje de espadas entrecruzadas y baje a su clavícula y hombros bien definidos, sus brazos fuertes solo hacen que desee más el hecho de que esté pegado junto a mí  para poder tocar y sentir lo firme que son estos, sigo mi recorrido en su pecho y bajo hasta su abdomen sumamente definido terminando en la v que se le marca al inicio del tiro de sus pantalones a la cadera.

Debo admitir que he visto cuerpos de hombres en la base cuando tienen el entrenamiento especial de fuerza, pero el que tiene Mason supera a todos los que he visto, y diría yo que por mucho. 

Mi vista sube a sus ojos mieles después de contemplar su torso y trago grueso cuando lentamente se acerca a mí y se arrodilla en el suelo para quedar a mi altura, aún con una sonrisa en su cara se aproxima a mi oído y muerde el lóbulo de mi oreja haciendo que suelte un pequeño gemido que rápidamente acallo con mis manos para que las personas que estén fuera no nos escuchen. —Ya te dije que las mandaras fuera de la habitación —susurra mientras baja con su lengua a mi cuello y se detiene dejando besos húmedos en este —¿o es que acaso quieres que las tres escuchen como te hago mía? 

¿Eh? 

¡¿Pero que es lo que le pasa?!

¿Acaso no escuchó cuando les dije que me dejaran sola y ni así entendieron?

Mason se separa ligeramente y observa hacia la puerta para después volver a mí y encogerse de hombros ≫—Espero que conste que te avise antes de... —sus manos me toman bruscamente de las piernas y las separa dejando mi sexo totalmente expuesto hacia él, abro los ojos como platos al notar sus claras intensiones hacia mí y antes de que pueda resistirme el chico de ojos mieles hunde su cabeza entre mis muslos causando un temblor que me va de la zona interna de los mismos hasta mi coño. 

—¡Oh por... ! —exclamo al sentir su lengua caliente sobre mis labios vaginales y nuevamente tapo mi boca al escuchar los toques en la puerta de las tres personas que están fuera. 

Tengo que solucionar esto. 

Mason no puede estar con su cara enterrada entre mis piernas mientras que ellas intentan entrar deliberadamente al armario... Sí, es algo que causa excitación, ya que el mero hecho de que nos puedan descubrir es intrigante, pero en estos momentos ni siquiera yo puedo pensar con claridad y si escuchan algo raro o me escuchan gemir van a sospechar cualquier cosa.

Abro mis ojos que ni sabía que tenia cerrados y aprieto la mandíbula para aguantar un poco más los gemidos que se me quieren salir por el constante roce de su lengua con mi clítoris. 

—No... —digo por lo alto haciendo que Mason se separe ligeramente — no necesito ayuda, estoy bien... —tartamudeo la última palabra al sentir nuevamente su ataque en círculos y de arriba a abajo sobre mi sexo. Pongo mis manos sobre su cabello para sepáralo ligeramente y que me deje terminar de hablar, pero este solo sigue su ataque volviéndome un mar de sensaciones. —Mason... —digo por lo bajo esta vez y mi respiración se agita levemente al sentir como mi cuerpo se prepara para un orgasmo en el próximo minuto si sigue de la misma manera en la que lo está haciendo —déjame... déjame... —cierro los ojos y tenso mi cuerpo al sentir el orgasmo en puerta; no obstante, mi opresor se separa rápidamente de mí haciendo detener las miles de sensaciones que pude haber tenido en un segundo. 

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⏰ Last updated: Mar 22 ⏰

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Operación D ©Where stories live. Discover now