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—¿Qué estás haciendo acá?— Ella achina sus ojos.

Se sorprende de que el mejor amigo de sus hermanos este parado en el medio de aquel bar, con una sonrisa coqueta, relamiendo sus labios y mirando pura y exclusivamente a Emma.

—Vine a buscarte, miss universo.— Ella se ríe ante su respuesta.

Jay, mueve su cabeza hacia un costado manteniéndose serio para dejarlo en claro que no está bromeando y que no hay ni un sólo motivo para que ella suelte carcajadas de esa manera.

—no entiendo de por qué te estás riendo de esa manera.— Comenta achinando sus ojos.

Emma se vuelve a reír parpadeando, —Que yo sepa, no sos ni Ray ni Logan, y sólo uno de ellos dos pasaría por mí, para ir al evento.— Murmura rodeando los ojos.

—Menos mal no soy tu hermano, miss universo.— Sonríe coquerto, antes de echarle un vistazo a cómo luce ella la noche de hoy.

Emma se pone incomoda, intenta tapar su vestido con su sobre y eso no hace más que causar pura gracia y una chispa de alegría en los ojos de Jay, quién sigue parado en el medio de todas esas personas esperando por ella.

—¡Tenemos que irnos, no creo que la miss universo, quiera llegar tarde, eso no sería bien visto!— Comenta con una mueca graciosa en su rostro.

Emma achina sus ojos. —Como estaba diciendo con anterioridad, no vamos a irnos juntos, estás soñando.— Asegura mostrándose segura y decidida.

Jay relame sus labios acercándose poco a poco a aquella pequeña que tanto le gusta hacer enojar.

Esta misma noche no podía dejar de apreciar lo increíble que ella se veía con ese vestido morado, incluso, se le habían ocurrido un sin fin de frases para decirle respecto a cómo Lucía, pero había preferido guardarse las mismas.

—¡Emma, ¿Me ves con cara de estar bromeando?— Hace un puchero y acaricia su mejilla.

Emma parpadea y traga saliva ante ese gesto.

Jay siempre había sido una persona que la incomodaba, pero no de la forma en la que de verdad una persona podía llegar a incomodar a la otra, sinó que era una forma extraña en la que sentía que su cuerpo reacciona a cuando estaba cerca de él o cuándo lo escuchaba hablar con sus hermanos, peor aún cuándo Jay hacia deporte luciendo todo su encanto y su perfecto cuerpo.

Aparentemente no era la excepción de que estaba completamente intimidada por él, que no podía dejar de ver su atuendo, de observar sus ojos y de chequear una y mil veces cómo es que esa camisa no se rompía ante dichos músculos siendo apretados por la tela, todas palabras obscenas y pensamientos que no estaban bien en ella.

—Nos vamos, miss universo, ahora.— Demanda.

Le había prometido a Ray que se ocuparía de pasar a buscar a Emma de camino al evento, teniendo en cuenta lo atareados que se encontraban cualquiera de sus mejores amigos en base al evento que estaban haciendo.

Una vez al año, tocaba, y ahora que solo estaban ellos no quedaba otra alternativa que ocuparse personalmente de dicha organización.

Agregándole el pequeño gran detalle de que por sobre manera le divertía, en absoluto, ir a buscar a su hermana pequeña, además de que le quedaba de paso.

Emma esta en una fiesta con amigas de la facultad, celebrando el fin del cuatrimestre, no era mucho de acudir a fiestas porque prefería estar enfocada en sus trabajos de los blogs y plaraformas, tampoco, era una persona completamente ermitania no tenía vida social, incluso todo lo contrario era una de las más populares de sus mejores amigas y siempre que podían hacían plan para salir.

De regreso al océano.Where stories live. Discover now