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OCHO

No soy bueno sobrellevando las cosas, es una particularidad mía que no se me ha quitado del todo. Por eso soy lo que soy, esa es la razón por la que la mayoría de las veces actúo por impulsividad. Y lo juro por Dios que cuando vi a Taehyung con ese otro tipo no pude sobrellevarlo, no pude pensar con racionalidad. Más bien, se me escapó de las manos.

Y aunque no tenía derecho de estar molesto o desquitarme con él, una parte de mí se sentía traicionada. Odiaba ser segunda opción y nuevamente «¿Con qué derechos tienes de molestarte si haces lo mismo?» me ponía de pésimo humor saber que la verdad es que no tenía derecho. Yo salía con chicas y Taehyung con chicos. Nosotros no somos nada.

Aun así, esa no es la parte más molesta de esta situación, sólo fue la punta del iceberg.

Los besos que yo exigía a Taehyung eran demandantes, quería dejarle en claro que no había nadie mejor que yo y eso él lo notaba, claro que lo hacía cuando me miraba con ojos vidriosos a falta de aire, pero no decía nada. Él sólo lo aceptaba y eso también comenzó a afectarme a mí y mi entrenamiento. Mi concentración siempre se dirigía al castaño que me miraba en la otra esquina, siempre con ojos indescifrables que nunca supe que pensaba. Me perturbaba.

Traté de alejarme de él, buscar otras distracciones pero nada de eso tuvo éxito porque él seguía estando ahí, esperando que yo fuera hacia él y yo muy perro faldero lo seguía. Reclamaba su boca, él lo hacía con la mía y para cuando lo dejaba ir a su cuarto, yo volvía a golpear el saco de boxeo tratando de controlar mis emociones que se desbordaban cada día por su culpa.

Por un momento deseé que volviéramos a la normalidad, donde él me importaba una mierda y él buscaba la forma de que me fuera. Eran mejor las cosas de esa manera, porque incluso escuchar al señor Kim hablar de su hijo me resultaba jodido. Y más porque cuando lo llamaba débil, yo tenía que morderme la lengua para no reírme en su cara y decirle que estaba cayendo por ese débil que tiene de hijo.

Sí… cayendo por ese débil.

«Creo que descubrir que yo era más débil que Taehyung me puso de lo peor».

Durante una noche, teniendo su insistente mirada sobre mí porque sabía que se sentía intranquilo porque lo estuve evitando. Me vi caminar hacia él. Se supone que quería acabar con esto, pero sus labios atacaron los míos, demandando que le correspondiera y como si me tuviera en su dedo, yo lo hice. Pero no era suficiente.

ㅡ No quiero sólo besos. ㅡ y aunque dije esas palabras esperando que él se detuviera y se asustara. No lo hizo.

Se me quedó mirando con sus ojos tan abiertos, el sonrojo le llegó hasta sus orejas y cuando esperaba que era momento de que me fuera, sujetó mi camiseta húmeda por el sudor. Estaba nervioso.

ㅡ Yo no… lo hecho con nadie ㅡ parecía avergonzado por ello, pero yo en cambio yo no pude ocultar mi emoción.

Al principio creía que sólo me estaba tomando el pelo, pero bastó para ir a su habitación, desnudarlo y ver la torpeza y la inexperiencia en ese chico cuando descubrí parte de su cuerpo que parecía no tener idea de ser susceptible. Y su primera experiencia no fue romántica, no fue suave. Fue sexo.

Creía que eso funcionaría para sacarlo de mi sistema, pero sus expresiones, sus murmullos, gemidos, jadeos y torpes toques que me regalaron sus manos se revivieron en mis sueños, una y otra vez.

Y nuevamente me pregunto, si yo realmente hubiera sabido sobrellevar las situaciones y no me hubiera dejado caer tan fácil por ese chico, ¿qué decisión hubiera tomado cuando tuve la oportunidad de alejarme por completo?

Quizás al día de hoy todo hubiera sido diferente para los dos, pero como era de esperarse, las malas decisiones fueron tomadas y tampoco es que él me hubiera detenido. Una pequeña parte de mí me decía que esto era lo que él buscaba desde un principio. Su plan era joderme de pies a cabeza y creo que funcionó.