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QUINCE

Hay momentos en los que la vida te coloca a la misma distancia de huir o quedarte para siempre. Ese momento había llegado aquí y ahora y la decisión no era fácil.

"A ti no te podría decir que no… "

Aquella frase que hoy tiene el mismo peso que hace 12 años atrás. Parecía ser la cadena que me sigue teniendo unido a él sin importar lo que hubiera en el medio. Ya sea un odio por hacer mi vida un infierno o también por ser la única persona que seguía despertando lo que en mi interior creía apagado.

Y eso me hacía sentir tan despreciable ya que en estos momentos debería ser consciente y decir que esto no era como hace 12 años atrás donde lo esperaba en la escalera con el corazón acelerado porque él vendría a mí. Ya no tenía esos 16 años que deseaba olvidar, ya no era un adolescente despreocupado que buscaba encontrar respuestas a sentimientos que nunca había experimentado. Ahora era un adulto.

Un esposo que se había comprometido a respetar y amar a su mujer.

Y con eso en mente, mi mirada cayó en mi mano donde no yacía ninguna argolla de matrimonio. Donde parecía que no había culpas y arrepentimientos, sólo que el problema es que sí las había. Creía que podría soportarlo por estos 6 días sí lo que fuera que tenía con Jungkook no fuera nada más que sexo, me dije que podría tomar la responsabilidad de mis actos y enfrentarlo.

Me estaba convenciendo hace unas horas atrás hasta que Jungkook parecía acabar conmigo sin darse cuenta del peso de sus palabras y acciones.

Era injusto. Estaba siendo realmente injusto al decirme todas estas cosas cuando por un momento, por más ridículo que fuera, parecía que lo había superado. Que aceptaba que esto no era nada más que sólo momentos de debilidad. Pero veo que esto era más que eso. Darme cuenta que que no importara los años, lo que pasamos y todo el mal que nos hicimos, yo aún así terminaría en los brazos de Jungkook en el mismo lugar donde él una vez mató lo último bueno que había en mí.

Lo único que importaba ahora era si yo realmente deseaba esto.

ㅡ No dormiste nada. ㅡ su voz ronca eriza la piel de mi nuca donde sus labios minutos atrás no dejaban de besar.

Saliendo de mis pensamientos, parpadeo notando como poco a poco la luz del día empezaba a aclarar la habitación.

ㅡ No pude.

ㅡ Es sobre esto, ¿no? ㅡ pregunta y cierro los ojos totalmente jodido ante la reacción de mi cuerpo cuando su brazo me atrae más al suyo en la pequeña cama. Parecía complacido por el calor que su anatomía me brindaba sin comprender lo que esto estaba significando ahora.

ㅡ. ¿Te estás retractando, no? Piensas que no está bien esto. Que no lo deberías querer.

Murmura aún con aquella voz que mandaba escalofríos por todo mi cuerpo ante el roce provocativo de sus labios en la piel cerca de mi oreja, él sabía lo que estaba haciendo y sin poder confiar de pleno en mi voz. Suspiro dejando que su mano presionara con su palma completamente abierta sobre mi estómago donde un remolino de excitación bajó hasta mi miembro erecto por su culpa.

Sin poder tener control de mi cuerpo, por impulsividad empujo mi cadera hacia atrás y mi culo se presiona en su entrepierna hasta sentir su erección del mismo modo. Y aunque ese fue su propósito desde el principio cuando me atrajo con su brazo, yo no pude hacer más que seguir buscando ese placer que me brindaba esperando poder volver a la normalidad.

ㅡ No sabes lo que pienso… no hables. ㅡ me quejo volviendo a mover mi cadera.

ㅡ Eres una mierdecilla mentirosa.

ㅡ Como lo quieras ver, Jungkook. Esto no está bien.

ㅡ Mhm… si, pero no veo que hagas algo al respecto. ㅡ menciona con diversión en su tono de voz y aunque no lo estuviera viendo, estaba seguro que tenían una sonrisa en su rostro por saber que me tenía totalmente perdido al mover mi cadera y oírlo gemir con satisfacción ㅡMhm… nop, no parece que estés haciendo lo correcto ahora mismo.