CATORCE

8.8K 1K 192
                                    

De hecho no me era sorpresa que al despertar sea cual sea la circunstancias, estaría solo. Mi mirada repasó la habitación en la que anteriormente era mía y fue casi una tortura aspirar el perfume que estaba impregnado en la almohada y que le pertenecía a Jungkook. Mientras me acostumbraba a la poca iluminación que entraba por la pequeña ventana del cuarto que ni siquiera tenía cortinas, vuelvo a estirarme y abrigarme con el edredón al notar que seguía desnudo.

Cerrando los ojos ya no tengo para que martirizar mi cabeza con reproches y culpas, increíblemente ya ni siquiera me quería esforzar para buscar una excusa a lo que unas horas atrás habíamos hecho. No hubo alcohol y esta vez estaba en mis cinco sentidos aunque quizás pueda discrepar aquello y creer que Jungkook tenía una especie de efecto placebo conmigo.

"Yo te quiero a ti". Esas fueron sus palabras y yo sentí que no importaba que tuviera una esposa, una vida o que él era malo para mí. Ciegamente yo corrí a sus brazos como el chico de 15 años que estaba completamente enamorado de Jungkook.

Sí, tristemente lo estaba y ahora me encontraba cometiendo los mismos tropezones y eso no me estaba gustando. Injustamente Jungkook parecía seguir soplando aquellas brasas de un fuego que creí haber extinguido con el paso del tiempo y ahora no sólo tenía que cargar con la culpa.

Sino que ahora debía estar constantemente apagando un fuego que sólo él lograba encender.

Levantándome de la cama, soy consciente de mi desnudez, pero no me importaba mientras buscaba mi ropa y me vestía. Quería volver cuánto antes al cuarto de motel y olvidar lo que acababa de pensar hace unos instantes. Las provocaciones de Jungkook sólo tenían una intención, era esto. Tener sexo y luego dejarme a mí con lo más pesado y no quería volver a repetir un corazón roto.

Sólo es sexo… tienes 6 días y volverás. Sólo es sexo…

Saliendo de la habitación, por un momento la oscuridad de la casa traía recuerdos de los viejos monstruos del pasado. Quizás eso fue lo que necesitaba para recapacitar y decirme a mí mismo que no se repetirá la historia.

Mirando la hora en mi teléfono, me doy cuenta que eran pasado las tres de la mañana, bajando la escalera para irme por la puerta que estaba al fondo y era de sólo uso para el personal. Mis pasos se detienen cuando veo luz en el gimnasio y sólo una persona me vino en mente enseguida.

Dubitativo, vuelvo a guardar mi teléfono y camino hacia el gimnasio. Desde la puerta de vidrio pude observarlo de espalda entrenando por su cuenta. Debería darme la vuelta e irme, pero me vi a mi mismo empujando la puerta y el sonido de los golpes chocando con el saco de boxeo se escuchaban más fuertes. Ahí de pie, dando leves brincos mientras sus brazos se movían con rapidez y lanzaban golpes tras golpes, Jungkook no se inmutaba por el cansancio y volvía a mantener la misma fuerza y ritmo.

A medida que me iba acercando, notaba que vestía con pantalones holgados que estaban un poco bajos de sus caderas y dejaban ver su ropa interior. Su camiseta estaba en el suelo. Me sentí bastante orgulloso de mí al no verme hipnotizado por su torso y aquellos músculos que se tensaban en cada golpe que le daba aquel saco.

Sin pronunciar palabra, me quedo en una distancia considerable y me siento en el suelo mirándolo. Por su parte, pude ver que me mira sobre su hombro y me ignora volviendo a mantener un ritmo más rápido y fuerte.

ㅡ ¿Sabes que son más de las 3 de la mañana?

ㅡ ¿Y qué hay con eso, cariño? ㅡ voltea mirándome con su respiración agitada mientras ignoro el apodo ㅡ ¿Me extrañaste en la cama?

Un poco sí, pensé. Pero aquí estaba yo. Apagando con una cubeta de agua lo que sea que quería encenderse en mi pecho y niego con mi cabeza.

ㅡ ¿Debo responder eso? ㅡ ríe dándome la espalda nuevamente ㅡ ¿Por qué boxeo? ㅡ preferí preguntar y eso parece llamar su atención.

LOOK AT US NOW 🜲 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 ✔Where stories live. Discover now