𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎 | ❝ Eres la persona que le da sentido a mi eternidad ❞
Kailani Potter se muda al pueblo de Forks junto a su hermano con la idea de una vida tranquila y alejada del peligro. Lo que no imagino es que sería la compañera de un vampi...
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Alice mantenía una sonrisa en su rostro por el simple echo de poder estar al lado de su compañero. Los latidos tranquilos de su corazón la mantenían calmada y en paz.
Mientras el maestro explicaba su clase ella se dedicaba a verlo de reojo, su piel levemente morena hacía resaltar sus bellos ojos esmeraldas.
En definitiva la espera valió la pena.
Harry se mantenía concentrado en la clase, había hecho una apuesta con su hermana sobre quien aprobaba con mayor calificación la materia, y el castigo sería que el perdedor tendría que cambiarle los pañales a Teddy durante todo un mes.
Estaba concentrado escribiendo en su cuaderno que no notó como Alice se quedó completamente quieta viendo a un punto fijo, entrando en un trance por una de sus visiones.
La vampira vio como una Kailani pálida que apenas podía mantenerse de pie se descompasaba y caía por las escaleras que daban al estacionamiento. Vio como su cabeza impactaba con el barandal antes de rodar y terminar inconsciente en el suelo mientras sangre escurría por su cien.
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Edward rodó los ojos ante los pensamientos de su rubio hermano. Jasper se la pasaba todo el día pensando en su pelirroja compañera y en como podía ser poseedora de tal belleza e ingenio.
—¿Qué pasa, Eddie? —preguntó burlón Emmett viendo a su hermano.— ¿Estas en horario donde si funcionan tus antenitas de vinil ?
El cobrizo frunció el ceño antes de hablar.
—Jasper acaba de comprar recetarios —dijo confundido.— Sobre todas las formas que hay para cocinar pollo frito.
El grandote tuvo que hacer un gran esfuerzo por no reír, Jasper no había caído por la humana pelirroja, él se había tirado por voluntad propia y había tenido una caída del la cual jamás podría, ni intentaría salir.
Ambos siguieron burlándose de su hermano hasta que la visión de Alice comenzó a llegar a la mente de Edward, ocasionando una mueca de preocupación en el.
—Kailani —murmuró unos segundos después que la visión terminara.
Emmett inmediatamente dejó sus burlas de lado y giró a ver al mismo lugar que el lector de mentes veía, logrando ver una mancha roja caminar hacia el estacionamiento.
Los vampiros se miraron entre si antes que Emmett saliera del salón a una rapidez común de los humanos y sin importarle los llamados del profesor. Una vez se aseguró que estuviera fuera de la vista de todos, pudo corre a su velocidad sobrenatural, llegando justo a tiempo para evitar que la pelirroja se golpeara con el barandal de metal y tocara el suelo.
Emmett cerró sus ojos sintiéndose un alivio por haber llegado para impedir que se hiciera daño. Algo realmente extraño le sucedía con aquellos hermanos, y no solo a él, a su pareja también le pasaba lo mismo. Ambos sentían una necesidad de cuidarlos, y por más extraño que pareciera sentían que lo que ellos necesitaban era de alguien que los cuidara de esos impulsos medio suicidadas que tenían.
