𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎 | ❝ Eres la persona que le da sentido a mi eternidad ❞
Kailani Potter se muda al pueblo de Forks junto a su hermano con la idea de una vida tranquila y alejada del peligro. Lo que no imagino es que sería la compañera de un vampi...
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Los mellizos regresaron a la madriguera para poder despedirse de los Weasley antes de volver a Forks. Ellos regresarían primero para colocar hechizos alrededor de su casa y asegurarse que no hubiera peligro para Andrómeda y Teddy.
Cuando llegaron todos estaban con una mueca de preocupación mientras veían hacia la cocina, donde Fred y George se encontraban.
—¿Y esas caras? —preguntó la pelirroja sentándose a un lado de Ginny.— Mi presencia ilumina este lugar, deberían estar felices.
—Los gemelos prepararan la cena —dijo Bill con una mueca. El mayor de la familia había llegado hace unos minutos muy molesto por no haberle avisado del ataque.
—¿Qué? —Harry hizo una mueca, la última vez que probó la comida de los gemelos terminó con una indigestión para nada bonita.
—A que la canción —el buen humor de la pelirroja desapareció al ver a Nott bajar las escaleras.— ¿Y este que hace aquí?
—También me alegra verte —Nott sonrió sarcástico.
—Mamá insistió en invitarlo a cenar en agradecimiento por evitar que un crucio te diera —le dijo Ginny.
Harry no evitó burlarse de la mueca de fastidio de su hermana, solo Theodore lograba ponerla de tan mal humor, más aún luego de su charla en la cabaña del señor Nott.
—¿Y ella dejó que Fred y George estuvieran en su cocina? —preguntó el azabache.
—Mamá escondió lo que preparó, es obvio que nada bueno saldrá de lo que sea que esos dos estén haciendo allá adentro.
Kailani podía sentir la pesada mirada de Theodore en ella y eso solo podía irritarla más.
—Se que soy hermosa, pero que te me quedes mirando no significa que se te valla a pegar —dijo girando a verlo.
Bill logró disimular su risa con una tos, pero Ginny y Harry rieron sin pena alguna.
Nott estaba por contestarle pero los gemelos aparecieron con unas grandes sonrisas, su comida estaba lista para que ellos la probaran.
—Familia —dijo George.
—Y Nott —Fred lo vio de reojo.
—¡La comida está lista! —ambos los llevaron a la mesa donde ya estaban los platos servidos. Cada uno tenía una mueca preocupada pero trataban de disimular.
—Se ve delicioso —Molly acarició el rostros de sus hijos con cariño, pero en el fondo sabía que eso no sabría bien.
—¡Coman! —los animaron.
Con miedo cado uno llevó un bocado mientras los gemelos los veían expectantes.
—¿No les gusta? —preguntaron al ver las muecas que pusieron y trataron de disimular.
