𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎 | ❝ Eres la persona que le da sentido a mi eternidad ❞
Kailani Potter se muda al pueblo de Forks junto a su hermano con la idea de una vida tranquila y alejada del peligro. Lo que no imagino es que sería la compañera de un vampi...
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La semana siguiente al accidente, los Cullen se la pasaban al pendiente de los mellizos. Jasper y Emmett se aseguraban de que la pelirroja se alimentara bien y no se golpeara con cada cosa con la que se cruzaba, mientras Rosalie y Alice se encargaban que Harry no se descuidara a si mismo por estar al pendiente de su hermana.
Emmett y Rosalie cuidaban de de ellos con día de por medio, un día el grandote cuidaba de Kailani y al otro de Harry, al igual que su pareja.
Luego de una semana de espera, la feria había llegado al pueblo de Forks, y con ello la ansiada cita de Jasper y Kailani.
Después de unos treinta minutos, y de haber sacado la mitad de la ropa de su closet, decidió ponerse unos pantalones sueltos de cintura alta color café claro, un top verde y encima un cárdigan corto color beige, aquella prenda había sido un regalo de la señora Weasley en su cumpleaños número dieciséis.
Vio la hora y solo le quedaban menos de treinta minutos para que Jasper llegara, había perdido casi toda la tarde buscando el atuendo de su hermano para su cita con Alice, no dejaría que eligiera su ropa él solo para algo tan importante, lo más seguro era que se vistiera con combinaciones raras.
Kailani asesora de modas Potter salvando de nuevo a su hermano.
—Por favor Merlín, que el pulso no me falle —pidió concentrándose en que su delineado saliera bien.
Terminó mal.
Un ojo tenía el delineado más delgado que el otro, sin rendirse siguió intentando pero cada vez salía peor, incluso la tinta había manchado debajo de sus ojos y terminó pareciendo un mapache.
Entre intento he intento solo le quedaban quince minutos.
Con un pequeño puchero vio como Poppy, su bowtruckle, negaba con su cabeza antes de subir por su brazo con una toallita desmaquillante para limpiar el desastre que había echo.
Una vez quitó todas las manchas, tomó su rubor y se aplicó un poco al igual que rímel. Rápidamente peino su cabello dejando sus locas ondas sueltas.
—¿Quieres quedarte aquí o te llevo al jardín? —le preguntó a Poppy.
La pequeña criatura solo se restregó contra su mejilla antes de saltar a las plantas que Kailani tenía en su habitación.
Faltando solo cinco minutos tomó su bolso y salió de su habitación no sin antes echarse un poco de perfume. Apenas dio unos pasos cuando cayó en cuenta que aún llevaba sus pantuflas de lechuzas, dando media vuelta regresó y las cambió por unas zapatillas.
Bajó y al pasar por la cocina vio un muy tentador pastel de chocolate. Recordaba muy bien que Andrómeda les había advertido sobre no comer ni una rebanada hasta que ella regresara. Tenía dos opciones.
