𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎 | ❝ Eres la persona que le da sentido a mi eternidad ❞
Kailani Potter se muda al pueblo de Forks junto a su hermano con la idea de una vida tranquila y alejada del peligro. Lo que no imagino es que sería la compañera de un vampi...
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Una semana había pasado desde el desastroso cumpleaños de Isabella y ellos no tenían noticias de ninguno de los Cullen.
Trataron de llamarlos pero ninguno les atendía el teléfono. Tuvieron la idea de ir a buscarlos a su casa, pero creyeron que lo mejor sería darles su espacio y no presionarlos.
Pero no significaba que los esperarían por siempre o les rogarían para poder hablar.
—¿Qué hacen? —cuestionó Andrómeda al entrar a la habitación de Harry.
—Le pongo una mascarilla de pepino —dijo la pelirroja acomodando dos rodajas en los ojos de su hermano.
—Me dejo poner una mascarilla de pepino.
La mayor dirigió su vista a donde su nieto, quien dormía plácidamente siendo rodeado por Hades y Hydra.
—Narcissa mandó una carta —contó sentándose a un lado de ellos.
—¿La señora Malfoy?
—Sí... quiere que nos reunamos —les pasó la carta—. Al parecer quiere solucionar las cosas entre nosotras.
—¿Vas a ir? —Kailani tomó su mano, sabía que el tema de sus hermanas era complicado para ella.
—No lo sé, desde que fui borrada del árbol familiar no he tenido contacto con ella —bajó su mirada—. Pero extraño a mi hermana, la Cissy linda que siempre me apoyaba... no a la que me dijo todas esas cosas cuando se enteró que me casé con Ted.
—Lo que decidas estará bien para nosotros —Harry tomó su otra mano. Andy sonrió en agradecimiento—. Lily y yo teníamos pensado hablar con Malfoy. Dobby nos pidió que lo hiciéramos y a pesar que me va a costar mucho, trataré de al menos soportar estar en el mismo lugar que él.
—Sí te sientes más cómoda podríamos reunirnos en el mismo lugar, pero cado uno en su lado.
Andrómeda asintió y los atrajo en un abrazo. Tener a eso mellizos a su lado la habían salvado de hundirse en un profundo hoyo de dolor por la perdida de su esposo, hija y yerno.
—Amitos bonitos —Blue apareció frente a ellos—. La hadita y el rubio están afuera.
—Hasta que aparece —dijo la pelirroja de mala gana—. Ahora soy yo la que no quiere verlo.
—Diles que no estamos —Harry volvió a recostarse, estaba muy cómodo con su pijama de snitch y su mascarilla rejuvenecedora.
—Vayan y solucionen lo que pasó —les aconsejó Andrómeda—. Pero si no tienen una buena explicación sobre el por qué se desaparecieron... los dejan, ustedes tienen pretendientes de sobra.
