XVIII. CUMPLEAÑOS 18

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31 DE JULIO DE 1981

En una de las casas en el Valle de Godric, una familia preparaba su hogar para la primera fiesta de cumpleaños de sus hijos.

James Potter era el más emocionado, sus pequeños mellizos cumplirían su primer año y quería que todo fuera perfecto. Lily Potter veía enternecida a su esposo desde el marco de la puerta, el azabache estaba totalmente concentrado decorando el pastel que había preparado para sus adorados hijos.

—¡Listo!

La pelirroja se acercó a ver el pastel y confundida ladeó la cabeza.

—Son unos bonitos... ¿perros?

—Son unos ciervos —corrigió con un puchero.— Ya no saben apreciar el buen arte.

Lily rió y dejó un beso en su mejilla, eso parecía cualquier cosa menos unos ciervos.

—James... ¿escuchas eso? —preguntó con el ceño fruncido.

—¿Qué cosa? No hay ruido.

—Exacto.

Ambos se quedaron viendo por unos segundos antes de salir corriendo hacia la habitación de sus hijos, donde Sirius cuidaba de los bebés.

Al entrar, vieron a Black sentado en un esquina de la habitación junto a Kailani y Harry, los tres comiendo del restante de los betunes del pastel que James usó. Los bebés tenían las mejillas manchadas del dulce al igual que el mayor.

—¡Sirius! —regañó Lily.— ¿¡Sabes lo inquieta que se pone la niña cuando come tanto dulce!?

—¡Pelirroja! —Sirius tembló.— No es para tanto, la mini Lily-flor esta bien ¿ves?

Kaily tenía la mirada perdida mientras su cabello no paraba de cambiar de color, de pronto comenzó a reír sin motivo alguno y su hermano al verla también comenzó a reír.

—¡Eso no es estar bien! ¡Está en medio de tremendo viaje astral!

—Bu-bu —balbuceó la bebé.— Du-du

—¡Ahhh! —James se emocionó.— ¡Va a decir su primera palabra! Vamos Bambi, di papá —alentó.— Pa-pá, vamos hija, debo ganar la apuesta —Lily lo miró mal, ambos habían apostado cuales serían las primeras palabras de sus hijos.— Has ganar a tu padre.

—No, no, no —Sirius limpió la carita de Harry con un trapito.— Ella va a decir tío Siri.

Harry no entendía nada, pero se divertía viendo la desesperación de su padre.

—¡Dulce!

La cara de los tres adultos se deformó, en definitiva Kailani sería una adicta a la azúcar.

—¿Cómo es posible este suceso? —Lily pensó que su hija diría papá.

—¡Dulce!

—¡Es tu culpa! —el azabache señaló a su amigo.

—¿¡YO!? —se indignó en perro.— ¿¡Ahora es mi culpa que tu hija prefiera el caramelo antes que a su padre?

—Tu la indujiste al mundo de la azúcar ¡tu le diste a probar su primer dulce!

—¡Ese fue Remus!

Mientras ellos peleaban y Lily intentaba calmarlos, los bebé gateaban por toda la habitación buscando al gato. Harry ladeó su cabeza viendo a su padrino hacer movimientos exagerados con las manos mientras caminaba de un lado a otro, quería hacer los mismo que él con sus piernas. Tambaleando se puso de pie y trató de llegar a su hermana, la cual estaba a unos metros.

𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎 | Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora