13| Vuelta a la rutina.

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13| Vuelta a la rutina.

Heather.

Los días pasaron y los rumores corrieron a toda velocidad. Todo el mundo cuchicheaba de las nuevas parejas formadas en la fiesta de Tate Moore. Fleur y Neal se lo habían montado demasiado bien para dar pena. Aún no me creía la traición de mi mejor amiga, o bueno, mejor dicho, exmejor amiga.

La gente no paraba de mirarnos a Aksel y a mi por los pasillos. Aunque yo haría lo mismo. Nuestras manos estaban entrelazadas, el plan de Aksel era brillante.

Entramos en clase juntos y nos sentamos igual. Las clases pasaron deprisa y nosotros no nos despegábamos.

—No sabía el nivel de cotilla que era la gente hasta ahora—dijo, cínicamente.

—Tienen envidia—le aseguré.

—Démosles más envidia entonces—sonrió, con una sonrisa traviesa.

Se agachó juntando nuestras bocas mientras caminabamos a la salida. Podía notar la mirada de todo el pasillo en nosotros, pero en ese momento no me importó.

Se separó de mi y dejó un pequeño beso en mi frente antes de seguir caminando.

No iba a admitirlo en voz alta, pero sus besos se estaban volviendo adictivos.

(...)

El sábado fuimos a un parque y nos sentamos debajo de un árbol. No había casi nadie en el parque, a pesar de ser las doce de la mañana.

—No sabía de la existencia de este parque— dije asombrada.

—Suelo venir muy a menudo— se encogió de hombros—. Se podría decir es mi segunda casa.

—¿No sueles pasar mucho tiempo en tu casa?—me senté a su lado.

—Evito estar allí, eso es todo—se encogió de hombros.

—¿Por qué?—pregunté.

—Tan solo me trae malos recuerdos. April hacia que ese lugar no fuese tan malo.

—¿Quién es April?—fruncí el ceño.

Con una sonrisa melancólica, me respondio:

—Era mi hermana.

Me quedé helada en mi sitio. No sabía que tenía una hermana. Y tampoco sabía que ya no estaba en este mundo con él.

—Lo siento.

—¿Por qué?— fue su turno de fruncir el ceño—. No fue tu culpa su muerte.

—Lo siento por ti. A eso me referia— tragué saliva—. No me puedo imaginar la muerte de mi hermano. Con tan solo pensarlo se me queda el nudo en la garganta...Siento que hayas perdido una parte de ti, algo que te hacia feliz.

No contesto, pero tampoco esperé respuesta. El silencio reinaba entre nosotros y no es que fuese incómodo, al contrario. Me sentía más unido a él en ese momento.

Unos segundo más tardes ya le hice la pregunta:

—¿Como murió?—me puse nerviosa en cuanto sus ojos azules se clavaron en mi. No sabía porque tenían ese efecto sobre mi que hacía querer alejarme pero a la vez no podía.

—Un accidente. De coche. —se encendió un cigarrillo, tenso—. Hubo una movida, cogió el coche cabreada y se estrelló contra un árbol.

—¿Una movida?

Tragó saliva. Bajó la vista al cigarrillo que tenía entre sus dedos y lo giró.

—Pasó el día de la graduación de mi penúltimo año.

Se me cayó el mundo encima.

—Espera...¿Tiene algo que ver con lo que pasó con Neal?

—No siempre nos llevamos mal Neal y yo, ¿Sabes? —tensó la mandibula— Joder ahora me da asco admitirlo pero éramos mejores amigos, más que eso, hermanos.—sonrió cínicamente—. Supongo que las personas aparentan ser algo que no son.

—¿Qué pasó en realidad en aquella fiesta?

Me miró de reojo, inseguro.

—¿De verdad quieres saberlo?—se acomodó— Hace poco cortaste con Parker y no te va hacer ni pizca de gracia...

—Quiero saberlo—interrumpí—. Quiero saber la otra cara de la moneda.

Tragó saliva y asintió.

—Conozco a Parker desde que tengo pañales. Mis padres no se llevaban bien con los suyos pero eso no impidió que nos hiciésemos amigos...

>>Al cumplir los quince noté que le empezaba a llamar la atención mi hermana, April. También la conocía a ella y sabía que se interesaba por mi él. Poco más tarde comenzaron una relación pero lo llevaron a escondidas, por los padres. Sabían que no les iba a hacer ni puta gracia saber que su hijo andaba con una <<niña de calle>>.

Tomó un segundo antes de seguir.

>>El día de la graduación tomamos copas de más. Parker estaba cabreado con su padre y venía rebotado desde su casa. Eso hizo que lo intensificara todo más.—me miró a los ojos por primera vez en toda la narracion—. Llamé a mi hermana para ver si ella podía bajarle un poco los humos pero cuando entró en una habitación las cosas se calentaron—tragó saliva—. Acabo empujándola contra la pared y un cuadro le cayó encima de la cabeza.

Se me habían puesto los pelos de punta. Aksel le dio una calada intensa al cigarrillo antes de seguir.

>>Fui a socorrerla y cuando la ayudé a ponerse de pie Neal quiso acercarse a ella, pero no le dejé. April estaba en shock como para reaccionar en aquel entonces así que se quedó impresionada cuando le pegué un puñetazo por haberla empujado.

>>Me devolvió el puñetazo y fue ahí cuando la pelea comenzó.

Le tembló el labio inferior. Sin pensármelo dos veces, me acerqué a él y le abracé por encima de los hombros dejando que su cabeza se apoyase en mi pecho.

—Ella se fue y nunca volvió.

Le abravé fuertemente mientras se rompía en mil pedazos. No había visto nunca así a Aksel. Tan vulnerable. Los muros que había construido como defensa se habían caído.

Ahora entendía cuando Aksel me decía que Neal no era de fiar. Ya lo había vivido. Había vivido como Neal le hacía daño delante de sus propias narices.

No me podía imaginar el dolor que había pasado Aksel estos años. Mientras el se iba a un reformatorio y Neal se libraba por ello.

Supongo que el dinero si que importa después de todo.

—Gracias—susurró, después de tranquilizarse.

—¿Por qué?— contesté de la misma manera.

—Joder, por escucharme. Nadie me había pedido antes que le contase mi versión de la historia.

—Para eso estamos los amigos—sonreí.

—Entonces, me alegro que seas mi amiga.

Somos Fugaces © ✔️Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin