17| Fugaces.

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17| Fugaces.

Heather

En el comedor del colegio todo el mundo te juzga dependiendo de la mesa en donde te sientes. Por ejemplo, los más populares se sentaban en la mesa del medio, haciendo referencia a que ellos eran el centro del instituto.

Los empollones se mezclaban junto con los del club de ciencias en una mesa apartada del centro. Quizá no sean los más respetados ni tampoco los favoritos de todo el mundo, pero al menos no les tenían tachados.

Los deportistas que practicaban el fútbol estaban a uno de los lados de la mesa de los populares. Eran unos cuántos y siempre estaban haciendo escándalo.

Así que, no era de extrañar que los del equipo de rugby también tuvieran su propia mesa, justo al lado del equipo de fútbol.

Tragué saliva en cuanto los de ese equipo llamaron a Malcom y a Aksel para que se sentaran con ellos. Después del partido se habían ganado su respeto.

-¡Venga tíos venir!- dijo uno.

Pude diferenciar en esa multitud al dueño de la casa de la fiesta, Tate, y a un par de amigos de Neal.

Malcom no se lo pensó dos veces y se fue directo hacia allí. El equipo le saludó con el saludo oficial y con palmadas.

Vi como Aksel me miraba.

-Ve con ellos- le animé.

-¿Quieres que vaya con ellos?

<<No>>

-Es tu equipo.

-Tú me importas más que el equipo- confesó.

Sentí mariposas en el estómago en ese preciso momento.

-Aksel ve con ellos.

-Solo si tú vienes conmigo-ladeó una sonrisa.

Sentí una mezcla de alivio y alegría en ese momento. No me quería dejar sola para comer, se preocupaba por mí.

Pero ese sentimiento no tardó en desaparecer al darme cuenta de que no pegaba nada ahí. Era el grupo cercano a Neal y, aunque no estuviera ahora mismo en el comedor seguirían siendo sus amigos.

Tragué saliva.

Aunque ya era muy tarde, ya que Aksel había cogido mi bandeja y la suya, y la estaba llevando a la mesa de equipo. Vi como le saludaban igual que a Malcom pero a diferencia de él, me buscó con la mirada y me hizo un gesto para que fuese con él.

-¡Vamos Chase!

Cogí aire y sentí la mirada penetrante de todo el mundo en mí mientras iba hacia allí. Aksel extendió su mano y yo se la cogí acercándome a él para darme un beso en la frente.

Todo pura actuación.

-Heather, cuanto tiempo sin verte- me sonrió Tom, uno del equipo.

-Ya- sonreí incómoda -. Han pasado muchas cosas.

Ahí acabo mi gran momento. Todos comenzaron a hablar de próximos partidos y jugadas que querrían llevar a cabo para así conseguir ganar algún vez.

Aksel participaba de vez en cuando en la conversación pero tampoco estaba muy al tanto de todo ya que estaba más concentrado en comer bien que en hablar.

Los minutos se me hicieron horas y cuanto más tiempo pasaba más me quería ir de allí.

-Voy al baño- dije a Aksel. Este me miró con el ceño fruncido.

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