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Yoongi amaba el invierno pero aún así se aseguraba de no coger algún resfriado, no le gustaba eso de tener mocos colgando y voz ronca, así que siempre se preocupaba de mantenerse hidratado y de también tomar vitaminas, lo hacía de igual manera por qué no quería estar con sus actividades pausadas hasta que pasara el resfriado ya que tenía mucho que enseñarle a sus fans tanto en conciertos y giras, cómo también en redes sociales. Era de cuidarse mucho con respecto a ello, así que era por lo mismo que también se preocupaba por ti, porque sabía que cuando se nieve se trataba automáticamente volvías a ser un niño pequeño, salias a divertirte armando muñecos de nieve, guerras de bolas de nieve y entre otras cosas que se podía hacer con nieve, ni siquiera te asegurabas el que trajeras la ropa adecuada para poder salir afuera con casi 10 grados de temperatura, eso y que también tenías defensas muy bajas que hacían que algo como resfriarte fuese algo completamente fácil, por eso Yoongi se preocupaba.
Por eso mismo es que se asustó mucho cuando por llamada escucho tu voz ronca y el como tosias, además de como te sonabas la nariz por culpa de los mocos, así que solo le bastó eso para ir corriendo, no literalmente, a tu casa con todos sus implementos para el resfriado. Te sorprendió ver a Yoongi en tu casa ya que no era frecuente que saliera menos cuando hacía frío porque sabías lo mucho que se cuidaba, tampoco querías contagiarlo de lo que sea que tuvieras en tu cuerpo, asimismo evitaste abrazarle o besarlo a pesar de las inmensas ganas que tenías de hacerlo. Eso te entristeció bastante ya que hace varios días que no se veían.
—Vine tan pronto cuando escuché tu voz por llamada. —tocó con su mano tu frente que estaba un poco caliente. —Sabia que cogerias un resfriado.
—Estoy bien, no te preocupes por mi... —tosiste. —Puedo cuidarme.
Yoongi sonrió levemente.
—Se que te puedes cuidar, pero ahora yo quiero hacerlo. Déjame cuidarte, amor.
Tomó tu mano con suavidad acercándote a su cuerpo para envolverte en un cómodo abrazo. Sus brazos fornidos te rodeaban la cintura, tu cabeza quedó posicionada entre sus bíceps y vaya, se sintió tan malditamente bien estar ahí. Querías permanecer en aquel lugar toda tu vida si fuera posible. Min Yoongi era como una cama muy, muy cómoda. Sumido en tus pensamientos de lo tranquilizante que era estar ahí, el de cabellos menta te llevo hasta tu habitación, te acostó en tu cama y te tapó con las sábanas hasta tu cuello, luego el se retiró para volver minutos después con una taza y un guatero para ti. Sonreíste agradecida de tener a alguien tan preocupado y atento contigo, Yoongi no se podía comparar con nadie a pesar de que la gente le trataba de alguien serio y aburrido. La verdad es que era un pequeño gatito que cuando quería cariño se acurrucaba en busca de ellos, era un sol de persona. Te entregó lo que parecía ser una infusión que tenía algo de té, limón y miel, sabías que era algo para el dolor de garganta, además de ponerte el guatero sobre tus pies que era donde más se enfriaban.
—Me preocupé mucho por ti, sabía que te enfermaría si salias a jugar con nieve con solo una polera manga larga y un buzo para nada abrigado. Pero no pasa nada, ya estoy acá para cuidarte.
Acaricio tu cabello después de decir eso, a lo que te acomodaste en su mano cómoda de recibir sus caricias. Yoongi espero a que terminaras de beber el té para después pegarse a tu cuerpo y envolver tu cuerpo con sus brazos, igual como lo hizo cuando llegó a tu casa, ciertamente no tenía miedo de que le contagiaras, ahora mismo aquello no le importaba, solo quería estar ahí dándote cariño y todo el amor posible aunque sabía que eso no curaría tu resfriado, pero te haría sentir bien el tenerle ahí contigo. Min agarro tú rostro y te beso, muchos besos aterrizaron por todo tu rostro, Yoongi sonreía entre besos de lo feliz que estaba por tenerte, aunque no admite que era una de las cosas favoritas que le gustaba, era muy vergonzoso para hacerlo pero sabías que tú estabas consciente de ello, así que no se preocupo.
—Te puedo resfriar si sigues dándome besos, no quiero que te enfermes. —dijiste con preocupación.
—No me importa, solo quiero darte todo mi amor y cariño... A decir verdad, extrañaba estar así contigo. —Sonrió con felicidad. —Ademas si me resfrío tu me cuidaras como siempre, se que lo harás.
Yoongi se sentía muy amado por ti, al igual que el lo hacía por ti. Te amaba demasiado como para dejar que algo te sucediera, sea lo que fuese, aunque se tratase de un resfriado. Yoongi no se podía permitir dejarte en un momento donde estabas con más sensibilidad.
