One Shots Male Reader [||][Pedidos Cerrados]

Padre - Keigo Takami [BNHA]

Advertencia: - -

-- (un placer escribir este capitulo ¡Gracias por tu pedido!)

Sus pasos trataban de ser silenciosos, sabía que el espacio del apartamento no le permitía usar correctamente sus alas (además de que no sabía cómo hacerlo al 100 por ciento) y que su padre se podría despertar en cualquier momento.

No podía bajar el sonrojo que cubría sus pecosas mejillas por lo ocurrido hacía no más de una hora, pues sentía el cosquilleo de la mordida o chupetón que le habían dejado de regalo en lo alto de su cuello.

Donde más se notaba y no podría ocultar, se paró un momento pensando en que hacer y termino frustrado y revolviéndose el cabello soltando un silenciosos grito. Respiro una, dos y tres veces, se paró derecho y se acomodó su rubio cabello.

Sacudió el short corto que tenía y arremangó el crop top que estaba desalineado en sus hombros y brazos, camino tranquilo hasta llegar al baño para poder quitarse el maquillaje y esperar que Keigo no despertara y se diese cuenta que pasaban de las 3:30 a.m. (Se fue de puntas y encorvado).

– ¿Y ahora qué hago? –Se preguntó así mismo revolviendo unas cosas de la cajita para poder acomodar su cara.

Cosa que no pudo hacer bien por la prisa y tensión que había hacia que su padre abrirá los ojos y lo viera ahí; parado frente al espejo iluminando con la lámpara del teléfono y con una esponja que quitaba el delineador, rímel y sombras de sus ojos dejando irritada la piel.

Si bien era comprensivo, divertido y el mejor padre (Tanto como para mostrarlo mientras decía "¡Mira yo lo hice!") tampoco tenía que abusar, aunque después se quitaría la culpa...

Sus ojos se sentían pesados, apenas los cerro un segundo y en cuanto los volvió a abrir, tenía una sombra al lado suyo.

– ¡AAAH! –La cara seria de Keigo hizo que su grito se hiciera más bajo – ¡Papá! ¡No hagas eso!

Sostuvo su pecho dramáticamente mientras iluminaba la molesta cara de su padre, que no era nada agradable a la vista, ya sabía que estaba castigado al menos por una semana.

– ¿Al menos viste la hora? –Pregunto molesto encendiendo la luz del baño y del pasillo.

–Lo siento... se pasó volando el tiempo y no vi el teléfono –Señalo el teléfono múltiples veces.

Siguiendo a Keigo por toda la sala mientras lo iban regañando, sin dejar que terminara de hablar.

– ¡Veinticinco llamadas! ¡Y no le respondiste ni una a tu pobre padre! –Dramatizo sentándose en el sofá, más bien, dejándose caer en el sofá.

______suspiro pidiendo disculpas, aunque Keigo se le quedo mirando, tan fijamente que _______ reviso que tenía en la cara, estaba seguro que los ojos estaban rojos pero después de eso, a su mente le llego la decoración en su cuello.

Que ahora estaba morada, realmente morada.

–¿________? –Pregunto entre dientes.

Keigo señalo su propio cuello, _________ tenso sus hombros y hasta sus alas rojizas temblaron, eso era malo, muy malo.

Sabía que cuando eso pasaba era mejor tirarse de la ventana y tratar de volar lo mejor posible.

– ¡No pasó nada! Todo está bien, digo, estuvo bien, ¡No! No me refiero a eso, ay dios... –Encendió su cara entre sus propias manos.

–Quiero-una-explicación-ahora.

________ suspiro al ver que la ventana estaba cerrada, y que huir no sería una opción, por lo tanto, era mejor hablar con su padre que estaba molesto, Keigo estaba molesto, demasiado.