Mío - Miguel O'Hara [Spider-man]

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(Espero que te guste, ¡Gracias por tu pedido!)

Consideraba que su vida solitaria era un regalo jodidamente maravilloso, no necesitaba de muchas cosas si podía tener lo que quería

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Consideraba que su vida solitaria era un regalo jodidamente maravilloso, no necesitaba de muchas cosas si podía tener lo que quería. Todo iba bien, no había algo que llegara a molestarlo o algo que deseara hasta morir... no había algo que le fuese entretenido y que se llevara de la mano con lo que lo hacía sentir vivo.

Todo era mucho más complejo de lo que parecía ser, pues no lo entendían muy bien ni el mismo, salva personas, salva la cuidad, salva pero no tengas una buena razón para ello.

Hasta que lo conoció a él, era atractivo a más no poder, y no podía evitar sentir como la excitación recorría su cuerpo cada que lo veía mancharse de sangre, incluso cuando lo conocía y lo ayudo con un villano que alargaba sus problemas. Por un momento parecían salir chispas alrededor del joven.

A simple vista noto que era un humano sin ningún poder, pero sus habilidades eran extraordinarias al momento de pelear, se quedaba maravillado cada que lo miraba.

—Y... tú debes ser Spider-Man ¿no me equivoco, cierto? —Extendió su mano.

Con una amplia sonrisa en su rostro, algo que termino por aturdir a Miguel, no podía quitar su mirada del joven que estaba delante de él, lucía tranquilo y encantador a pesar de tener el rostro de aquel villano bajo su pie. Fue la primera vez que lo vio y estrecho su mano sin dejar de verlo a los ojos, aunque _____ no lo notara.

Estaba asombrado, sentía una atracción distinta cuando lo vio, se quedó pasmado mientras veía cada movimiento que hacía.

—No. ¿Tú quién eres?

—Me llamo _____, encantado en trabajar contigo si me lo permites. —Tomó su mano de nuevo, besando el dorso de la mano contraría.

Por primera vez en sus años de vida, sintió como sus mejillas tomaban color y se calentaban, tratando de disipar sus pensamientos arrebatándole su mano y carraspeando, le dio la espalda pero sabía que aun sonreía.

—Si puedes seguirme el paso, supongo que sí. —Dijo como si le restara importancia.

Como si no sintiera la emoción formarse en su pecho, era una emoción nueva, algo que había logrado que su corazón quisiera salirse de su pecho una tras otra vez, algo había encontrado interesante en su atrevimiento y movimientos de pelea, era ágil, fuerte y tenía un toque carismático.

Sin duda no iba a soltar ese sentimiento tan repentino que tenía en su pecho.

Se mantuvo quieto sobre el edificio viendo como el compañero de _____ salía de aquella cafetería con una sonrisa entre labios, tenía claras sus intenciones, si quería que su relación con ______terminara, él iba a ser quien terminara con la vida de...

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Se mantuvo quieto sobre el edificio viendo como el compañero de _____ salía de aquella cafetería con una sonrisa entre labios, tenía claras sus intenciones, si quería que su relación con ______terminara, él iba a ser quien terminara con la vida de aquel sujeto tan asqueroso.

Sentía que a pesar de lo que paso en esos meses, cualquier tipo semejante a él podría alejar a su chico fuera de sus manos, aquello perturbaba sus noches de maneras inimaginables, a excepción de las veces en las que ______ se quedaba en su casa y lo cuidaba.

Amaba esas noches más que a su propia vida, y por ello iba detrás del joven, ya era noche pero el caminaba tranquilo, pensando que nada malo podía pasarle, había dos héroes rondando por la cuidad y era suficiente para mantenerlo vivo, sano y salvo.

¿No?

Pues todos esos pensamientos se detuvieron cuando subía por las escaleras de su edificio, sentía que había alguien detrás de él, pero cada que volteaba no había ni un animal, ni una hoja o algo que le produjera malestar alguno.

Caminaba rápido, como si de verdad tuviera el aliento de alguien sobre su nuca, rebuscaba en su bolsillo las llaves y las agitaba para encontrar la correcta, no tenía muchas, pero los nervios era n muchos y se lo comían vivos.

Miguel solo observaba el pánico que sentía el chico, como empezaba a sudar y querer huir lejos de ahí, notaba como veía su hogar como su salvación.

Pero él sabía que sería lo último que lo salvara de todos sus errores.

Cuando estaba por cerrar la puerta, la mano del moreno lo detuvo, y alcanzo a divisar sus ojos rojizos y la sonrisa retorcida, algo que invadió su cuerpo con terror. Ni si quiera sus intentos torpes por empujar la puerta contra el más alto sirvieron de algo.

— ¡AAAAAAAAH! 

- . - . -. - . - . - . - . - . - . -

Su boca tenía manchas de sangre, mientras que su rostro reflejaba asco por aquel fluido, de cualquier manera sabía que sabría horrible, pero era un pequeño sacrificio que estaba dispuesto hacer si lograba que aquel asqueroso hombre se alejara de su _______, su preciado _______.

La cabeza de aquel hombre permanecía entre sus manos, mientras que él lo miraba con asco reflejado en su mirada, no quedaba mucho más del cuerpo, no tenía mucho más por qué preocuparse. A excepción de una cosa, y esa era no llegar tan tarde a casa.

Donde ______ lo estaba esperando.

______ esperaba paciente sentado en el sofá, viendo la televisión y cambiando de canal cada que se aburría de lo que pasaba en las películas, cada cierto tiempo suspiraba cansado, habían pasado tres películas y el pelinegro aún no estaba ahí con él

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______ esperaba paciente sentado en el sofá, viendo la televisión y cambiando de canal cada que se aburría de lo que pasaba en las películas, cada cierto tiempo suspiraba cansado, habían pasado tres películas y el pelinegro aún no estaba ahí con él.

Luego de varios minutos escucho las llaves entrar a la cerradura, se acomodó con rapidez y miro a la puerta con emoción, el moreno estaba en la puerta y dejo algunas bolsas sobre la mesa de la sala.

Amaba escuchar aquello en los labios del mexicano, le encantaba como lo decía.

—Cariño, ya regrese, lamento mi tardanza. —Sus pasos eran lentos, tenía ya su ropa normal.

Sonría ampliamente y disfrutaba de la mirada que ______ tenía sobre él, se sentía especial.

_______ abrió sus brazos en una invitación discreta para darle un lugar al moreno. Este no tardo en captarla e ir hacía él con mayor rapidez.

Junto sus manos, guiando una de ellas hacía su estrecha cintura, ______ se aferraba con nervios, pues la mirada de Miguel era penetrante, le encantaba mirarlo desde abajo y sentir el peso de su cuerpo sobre sus piernas, le robaba suspiros sin descaro alguno.

—Miguel...

Las manos del moreno tomaron su cabello, acariciándolo con devoción y viéndole con amor y lujuria... las manos del mayor empezaron a moverse con habilidad por su cuerpo, mientras él dejaba salir los gemidos que las manos fuertes de ______ lo acariciaban.

Con un pulgar delineó los labios del que estaba bajo suya, besándolo con hambre de más, siempre que fuese él sería recibido con los brazos abiertos. Sus bocas chocaban con violenta pasión, dejando todo lo que tenían que decir para después.

Miguel no podía parar de sonreír, tenía lo que quería, con quien quería, no dejaría que se fuera tan fácilmente.

Ambos habían aceptado a quien pertenecían.

One Shots Male Reader [||][Pedidos Cerrados]Where stories live. Discover now