One Shots Male Reader [||][Pedidos Cerrados]

My Boy - Midoriya Izuku [BNHA]

(espero te guste ¡gracias por tu pedido! perdón por la tardanza)

Izuku siempre fue tranquilo, alegre, espontaneo, lindo... todo eso junto y puesto en una persona con cabello verdoso, todo el tiempo que lo miraba, me parecía un brócoli con patitas, de buena manera, son muy lindos.

Siempre estaba acompañado del hijo de la señora Bakugo, parecía demasiado rudo como para que yo quisiera acercarme a ellos, aunque, yo solo quería acercarme a Izuku...

Una vez tuve la oportunidad, lo hice, parecía que esa tarde Bakugo había enfermado y no saldría a jugar como todos los días, esperaba dejar la pena de lado para decirle 'hola', era la mejor oportunidad.

Siempre que entraba al salón, el me saludaba animado, pero nunca jugábamos juntos. Salí corriendo para poder saludarlo, supongo que me acerque de manera brusca, pues se cubrió cuando frene a su lado.

–Hola... –Lo mire mientras ladeaba un poco mi cabeza.

El alzo su mirada y miro a los lados con extraño apuro y temor, me pregunte para mis adentros que ocurría, mas no me anime a preguntarle.

– ¡Hola _____! –Me miro.

Sus ojos brillaron mientras dio salto para enderezarse, tenía un juguete del héroe número uno en sus manos, yo seguía mirándolo, no evitaba sonreír, sentí tranquilidad en él después de verme.

– ¿Quieres... jugar conmigo? –Solté bajito –También tengo un juguete de los héroes –Extendí mi mano con el muñeco de acción en ellas.

Su cara mostro asombro, su alrededor desprendió un brillo de emoción y tímidamente se acercó más a mí.

– ¿P-Puedo verlo? –Preguntó.

Asentí repetidas veces, avancé más y lo puse en sus manos, había sido un... regalo de mamá, aunque, realmente le rogué que me lo comprara, para poder mostrárselo a él, era el último en la estantería, una edición limitada, tuve la suerte de estar ahí cuando era la última caja, un tanto maltratada y al final, como olvidada.

Sus ojos estaban clavados en sus manos, tenía en tenue color rojizo en sus mejillas y una adorable sonrisa, inevitablemente yo sonreí también, segundos después el me llevo de la mano al pequeño arenero donde estaba jugando. Sin temor a llenarnos de arena, nos sentamos en medio del lugar.

–Oh, es verdad, mira ¡Este es el mío! –Extendió su juguete, sumamente cuidado –Los dos son increíbles, no sabía que también te gustara, es raro verte aquí fuera, pero es divertido, podemos jugar hasta que tengamos que irnos, no parece que vaya a llover, pero si llueve, podemos ir por la ropa de lluvia y seguir jugando –Menciono tan rápido que apenas pude parpadear un par de veces.

Me sorprendí, quede en blanco hasta que vi la mirada apenada de Izuku y reaccione, salte hasta tener sus manos entre las mías.

– ¡Me encantaría Izuku-kun! –