「❛ lfnia ❜」

980 142 47
                                    

(( 🌕 ))

—Me gustaría estar un poco más involucrado en los asuntos de los campesinos, ¿sabes?

—¿A qué te refieres?— Yoongi sonrió levemente en dirección a su cuñado que se encontraba sentado frente a él en el carruaje. En cuestión de meses, Jihyun había desarrollado un increíble sentido de responsabilidad, y eso no podía ponerlo más contento, de verdad lo quería como a su propio hermano menor.— ¿Consideras que se ha llevado mal alguno de los precedimientos?

—Para nada, pero ahora que nació el bebé has recortado tus tiempos en el campo, y puede que a largo plazo perjudique incluso a la construcción de las casas.— Incluso le asombraba la propiedad con la que se dirigía a todo mundo.— ¿Sabes cuán preocupado está el señor Yoo?

Y era cierto, apenas eran las dos de la tarde y ambos ya estaban de camino a la hacienda. El alfa mayor se apretó los labios mientras asentía.

—Tienes razón, pero... odiaría dejar solo a tu hermano, sobretodo ahora que nuestro Woosik es tan pequeño.— Porque no admitiría que, por supuesto, Jimin era más que capaz de cuidar del cachorro él solo y que era el lobo de Yoongi quien lloriqueaba cada minuto que pasaba sin sus dos amores.— Me encantaría que tú pudieras manejar todo mientras que el cachorro cumple por lo menos un año, pero sé que quizá sea un abuso de mi parte.

—¡¿Qué?! ¡¿Hablas en serio?!— Una extensa sonrisa se dibujó en el rostro del joven alfa, sus mejillas tornándose de un leve rosado debido al enorme orgullo que sentía en ese instante.— Puedes confiar en mí, déjame demostrarte que soy el mejor cuñado que pudiste haber conseguido, ¿si?

Yoongi correspondió a su sincera sonrisa. Después de todo, no solo tenía que agradecer a la madre de Jimin por haber dado a luz a su precioso omega, sino que, sin querer, le había dado una familia más que perfecta y, de la mejor manera posible, una mano derecha increíblemente explotable.
En cuanto llegaron a la hacienda, el adolescente corrió en dirección a su habitación, seguramente a darse un baño antes de regresar al pueblo a revisar algunos asuntos que Yoongi ya le había asignado. Por su parte, el último saludó a todos con la expresión de alegría que lo acompañaba desde que el dulce aroma de su omega estaba mezclado con el de leche materna y, es más, desde que el jovencito había puesto un pie en esa casona.

—¿Y Jimin?

—Creo que salió al jardín trasero, señor.— Respondió Yangmi mientras ponía los cubiertos sobre la mesa.— Woosikie estuvo un poco inquieto, así que hoy no pudo ayudarnos a hacer de comer.

En cuanto el nombre de su cachorro fue mencionado, Yoongi no pudo evitar sentir ciertas maripositas en el estómago, iguales o un poco más intensas que las que hicieron sufrir a su corazón la primera vez que vio a Jimin en aquel mercado. Con cierta lentitud avanzó por el pasillo hasta la puerta que daba al jardín, y apenas estuvo afuera pudo ver a los lejos la silueta de su bello omega, sentado debajo de uno de los árboles frutales del amplio valle y con un bultito entre los brazos. Entonces sonrió tanto que sus ojos casi se cerraron por completo, su lobo dio mil y un brincos de felicidad y su aroma se hizo tan dulce que casi pareció el de un delicado omega.
Conforme se fue acercando al bonito rubio, distinguió los suaves movimientos de aquel bultito envuelto en mantas blancas, igual de puras que el alma y cuerpecito que envolvían adorablemente. Jimin levantó la mirada y en cuanto sus ojitos chocaron con los de su alfa no pudo evitar sonreír tanto como sus pecosas y regordetas mejillas le permitieron.

—Mi amor, los extrañé tanto.— En cuanto estuvo lo suficientemente cerca, las piernas de Yoongi parecieron fallar, dejándolo derrumbarse a un lado de su amado.— Las horas parecen ser siglos cuando me voy. ¿Cómo es que sobrevivo tanto sin ustedes?

Not yours ║ Yoonmin ║ OmegaverseWhere stories live. Discover now