Estaba en mi oficina, por fin había podido salir de la casa. Una parte de mi estaba dividida.
Él era muy tierno y dulce. Siempre me preparaba las comidas y hacía que me sintiera orgullosa de mi cuerpo.
Pero también es un celoso, paranoico, posesivo y manipulador. Me llamaba cada dos horas. Antes eran cada ocho, luego seis, antes de que... pasara lo que pasó, fueron cada cuatro y bueno ahora me llama cada dos horas.
-Por favor, sólo estaba en el baño- me quejé mientras tomaba asiento. Tenía muchas reuniones hoy y las personas, por no decir hombres guapos , no eran del agrado de Ryan.
-Digamos que te creo- puse los ojos en blanco y me recliné en el asiento. Estaba muy cansada. Todo era culpa de él.
-Es tu decisión- dije enfadada.
-Si, es mía. Igual que tu- en eso tocaron a la puerta- Sólo te llamé para recordarte que me prometiste dejar que te hiciera el amor cuantas veces yo quisiera- gemí angustiada.
-Ryan... estoy muy cansada. Sólo una vez- gruñó.
- Lo prometiste- se quejó.
-Estoy de cuatro meses, me canso rápido y me da mucho sueño- le recordé.
- Lo único que no me gusta de que estés embarazada es que te cansas y duermes demasiado. Lo que me gusta es que ya no estás con la regla y puedo hacerte mía todos los días-me ruboricé.
Me acomodé en el asiento.
Mi sexo palpitaba.
- Me estás poniendo nerviosa- en eso entro Bressco Harris.
-Hola hermosa ¿Cómo estás? - preguntó y se acercó a mi. Besó mi mejilla.
-Hola Bressco- saludé.
-¿Harris?- preguntó muy enfadado Ryan-. ¿Por qué mierda él está allí? - ladró.
-Es una reunión. Te dejo. Hablamos ahora- me despedí.
-No me vayas a colgar. No me cuel...- colgué. Se me iba a armar una grande.
-Empecemos- pedí.
Sabía que él vendría y quería acelerar la reunión.
Marqué a mi secretaria.
-Por favor pon a dos de seguridad en mi puerta y no dejes por nada del mundo que Ryan entre en mi oficina- pedí.
-Está bien señora.
Me centré en Bressco.
-¿Tormentas en el paraíso? - preguntó burlón.
-¡Nah! - nos pusimos a trabajar y diez minutos después se escuchó el estruendo.
-Por favor utiliza el elevador privado- lo guié hasta él -. Perdón. Te mando los documentos firmados y luego nos ponemos de acuerdo- justo, mientras se cerraban las puertas del ascensor, llegaba Ryan.
Cerró la puerta detrás de él y puso picaporte.
Cubrí mi rostro con ambas manos.
-No me vuelvas a colgar el teléfono- me tomó del brazo y me pegó a su cuerpo. Mis ojos se anegaron de lágrimas. Sus celos eran emfermizos.
-Tenía una reunión- excusé. Me tomó del brazo y me llevó al elevador.
-Una reunión- repitió-. Te voy a recordar a quién perteneces y no quiero testigos.
Llegamos al estacionamiento y el auto ya estaba allí. Como también lo estaban mis cosas.
Me subió de mala manera al asiento trasero y se montó después de mi.
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Serie Inocente #2: Pervertida Inocencia©
RomanceJane, una chica inocente que fue alejada de su vocación de servir a Dios, para casarse con Ryan, un hombre diez años mayor que ella. Cinco años después de ese matrimonio en los cuales ninguno de los dos había tenido comunicación, Jane salvará a Rya...