Capítulo 4: Mentiras

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No sabía que me pasaba, pero un miedo tremendo me recorrió. No lo entendía.

-Tranquila- dijo él besando mi cabello. Estaba tensa.

-Lo siento- lo miré a los ojos. Estaba muy apenada.

Para mi era muy difícil afrontar que tenía un marido y estaba embarazada de él. También estaba el hecho de que tenía que cumplirle como mujer.

Eso último me tenía agobiada.

-Ryan... - lo miré y me sonrojé. Me daba mucha pena preguntarle-. ¿Yo... yo era virgen cuando estuve contigo por primera vez? - él sonrió.

Acarició mis piernas y me estremecí.

-Si- aparté la mirada. Tenía muchas dudas-. Anda... preguntame.

Respiré hondo y lo miré a los ojos.

-¿Cómo fue mi primera vez? - ya estaba. Lo había hecho.

Lo vi reírse. Aparté la mirada.

-Fue muy mágica, palabras tuyas- su mirada me daba escalofríos-. Ese día estábamos de paseo. Yo te había invitado a un picnic en mi hacienda de Santiago y bueno entre risas y comidas, llegaron los besos y las caricias... luego te hice mía en medio de toda la hermosa naturaleza y lejos de todo y todos. A partir de ese día no dejamos de hacerlo nunca- Wow.

Pero... y ¿Cómo habíamos llegado a ese punto?

-¿Cómo llegamos a eso?- pregunté mortificada.

-Bueno pues... todo empezó cuando te encontré en una de esas galas benéficas de la señora Carvajal y me acerqué a ti- sus dedos subieron a mi vientre y lo acarició. Se quedó viéndolo allí.

La señora Carvajal siempre hacia esas galas benéficas y yo siempre había ido.

-Te vi allí y me acerqué. Hablamos, rechazaste mis invitaciones para bailar, pero me encargué de hablar contigo toda la noche. De tenerte para mi- acaricié su mano. Juntos tocamos mi vientre-. Luego te invité al cine, a los bolos y también a cenar. Cenabamos juntos todas las semanas y yo te llevaba a casa. Hasta que por fin aceptaste ir a mi finca y estuvimos juntos- besó mi vientre-. Para evitarte la vergüenza de que lo preguntes, nuestra vida sexual es muy activa. Me has vuelto loco- siguió besando mi vientre y luego subió por mis pechos-. Lo hacíamos hasta cinco veces por día.

¡¿Qué?!

Lo miré con los ojos como platos.

-Juntos hacemos magia- chupó mi pezón por encima de la bata y me mordí el labio inferior.

-Ryan...- tomó mi pierna y la acarició- no aún...- me besó en los labios y luego se enderezó por completo.

-Jane... solo un poco- me sentó en la cama y separó mis piernas. Un miedo irracional me invadió y comencé a temblar. Él lo mal interpretó.

-Ryan...- mis manos fueron a sus hombros y traté de apartarlo-Por favor...- me besó el cuello y tomó mi pierna. Ahí lo sentí. Me dolía la entrepierna y parte de mis muslos-. Para...- las lágrimas me ganaron la partida y me aparté de sus labios.

Parecía no escucharme.

Sus manos fueron a mis piernas y subió la bata hasta mis caderas. Mis manos pelearon con las de el y se detuvo. Se quedó mirando un punto entre mis piernas. Yo seguí su mirada.

Abrí los ojos como platos.

Gemí.

Derramé muchas lágrimas y lo miré a los ojos.

Serie Inocente #2: Pervertida Inocencia©Where stories live. Discover now