Serie Inocente #2: Pervertida Inocencia©

Ryan

Estaba recostado en la cama. A mi lado estaba Tiffany.

Cubrí mejor su cuerpo con la sábana y me dediqué a observarla.

Ultimamente ha estado muy rara. Está muy sensible. Sé que es por mi culpa, sé que ella se dio cuenta de que algo cambió.

Desde esa noche en que mi Jane fue a mi casa en Santiago.

Esa noche fue maravillosa y también fue maravilloso lo que tuvimos hace unos días. No conocía esta parte de Jane y me encantaba descubrirla.

Jane.

Jane.

Jane.

Mi mujer.

Me incliné un poco y tomé mi celular. Rastreé el suyo y me di cuenta de que 'quizás' estuviera en su casa. Digo quizá porque ella no está muy familiarizada con la idea de que hay que cargar siempre con el móvil.

La alerta de llamada entrante me sacó de mi trance.

Era el detective privado que había contratado para que siguiera a Jane.

Me puse de pie y me alejé de la cama. No estaba dispuesto a dejar que Tiffany me escuchara.

Me puse unos boxers y salí de la habitación. Fui a la de James y lo observé dormir a la vez que Jeremiah me informaba.

- "La señora W ha salido con Lewis, señor. Ahora mismo los estoy siguiendo y van en dirección al casco viejo de la ciudad. Ella iba muy reída, señor. Ya le envío las fotos"- tomé el marco de la ventana y lo apreté con fuerza. Jane me iba a escuchar.

Ella era mía. Se lo dejé claro.

Las imágenes llegaron de inmediato y observé a Jane vestida con un short blanco y una camisa de tirantes roja. Tenía un escote demasiado pronunciado para mi gusto y su cabello totalmente liso. No sabía qué le pasaba a ella. Estaba vestida como una ramera.

No lo soporté y estrellé mi mano en el cristal de la ventana.

Se rompió.

El llanto de James inundó la habitación, solté el móvil y este cayó al suelo. La sangre se escurría por mi mano derecha y para terminar de joderlo todo, llegó Tiffany preocupada.

Ella cargó a James quien dejó de llorar y cuando tomé el móvil del suelo, sin querer presioné el altavoz.

-"Señor, la señora Jane se está besando con el señor Lewis...- colgué y vi a Tiffany palidecer aún en la penumbra de la habitación.

-Mami...- gimió James al escuchar el nombre de su madre.

No pude apartar la vista de Tiffany. Sus ojos se llenaron de lágrimas y apretó a James contra su pecho.

No intenté excusarme. No le iba a negar mi obsesión por Jane.

-Ya fue suficiente - dijo dejando a James en su cuna, que ya se había calmado, y saliendo rápidamente de la habitación-. Se acabó-, corrió lejos de mi. Me aseguré de que James estaba bien y fui tras ella. La encontré recogiendo su ropa del suelo y tratando de luchar contra las lágrimas.

-No sé por qué te pones así. La verdad es que no tienes ningún derecho a reclamarme nada - me miró directamente a los ojos y cuando iba a hablar la detuve -. Sé que tuviste algo con Adrian... ¡no! Te revolcaste con él y no te dije nada ¿sabes por qué? - pregunté tomándola del brazo y acercandola a mi -. Porque no me importa y también porque no podía reclamarte si yo me había acostado también con Jane- se cubrió la boca con ambas manos y sollozó. Me dolió haberla lastimado, pero lo que sentía por Jane era más fuerte que yo -. Si quieres dejarme ¡vamos hazlo! No te voy a retener, pero quizá ya sea demasiado tarde para lo tuyo con Adrian - rompió a llorar y la abracé-. Se que fue mi culpa lo que pasó con Adrian y te comprendo. Lo siento mucho, pero no puedo ofrecerte nada más. Lo lamento- gimió entre llanto y cuando me volvió a mirar, veía que estaba destrozada.