Me desperté por una llamada de teléfono. Era mi "madre"
-¿Qué pasa?- mi voz estaba ronca.
-Gracias a Dios estás bien, Jane... - me tenía asfixiada. No paraba de llamarme y de visitarme por más que yo no la quisiera ver; cosa que me estresaba.
-Lo estoy, ¿Qué pasa?- volví a preguntar un tanto molesta.
-¿Que qué pasa? Pasa que has desaparecido todo el fin de semana y ya es lunes y tu ni tus luces- me siseó por teléfono.
Me puse de pie de un salto y me desorienté.
Me había quedado dormida dos días seguidos.
¡Oh, mierda!
-Estoy bien, sólo quería desconectarme. El bebé está con Ryan y yo quería pensar- le hice saber.
-¿Qué pasó? - preguntó ella ahora.
Mis ojos se anegaron de lágrimas, pero no le dije nada. No quería hablar con Jessica.
-Sólo quería pensar- ella suspiró del otro lado de la línea.
-Jane, puedes contar conmigo, yo quiero estar ahí para ti- empezó con la misma charla de siempre-. Hablemos, por favor- puse los ojos en blanco.
-Lo estamos haciendo- recalqué lo obvio.
-¡Ya está bueno, Jane!- dijo perdiendo el control-. Te veo en tu oficina en una hora. No tardes- colgó.
Me fui a bañar y me lavé el cabello. Necesitaba borrar el olor de Ryan de mi cuerpo. Ojalá con un jabón lo pudiera borrar también de mi corazón.
Con ese pensamiento, cerré el paso del agua y salí del plato de la ducha.
Una vez fuera del baño, me arreglé con un vestido de color rojo vino, bien entallado y unos tacones negros. Me recogí el cabello en una coleta y me maquillé un poco.
Una vez lista, fui a la cocina y me preparé un buen desayuno. Creo que estaba demorando a propósito.
En realidad no quería hablar con Jessica Weber, mi tía.
Una vez terminé, me pasé por la habitación de mi bebé.
Adoraba ese olor que desprendía mi pequeño. Hoy Ryan debía llevármelo al trabajo. Extranaba mucho a mi bebé.
Me fijé en la hora y me di cuenta de que ya habían pasado dos horas desde que ella me llamó.
Decidí ir de una vez por todas.
****
Apenas llegué a la empresa, vi mi "madre" en el recibidor. Estaba sentada, leyendo un libro.
Había un hombre, de pie, con las manos en los bolsillos, mirando por uno de los ventanales.
Ni idea de quien era.
-Por fin llegas, Jane- Jessica guardó el libro y se puso de pie. Tan elegante como siempre.
-Vamos- caminé y me acerqué a el puesto de trabajo de Noemi, mi asistente.
-Buenos días, Jane- saludó.
-Buenos días, Noemi. ¿Qué tengo para hoy? - pregunté apoyándome en el recibidor.
-Bueno... tienes una cita con tu madre- dijo señalando a mi tía-. El señor Homes necesita que des tu visto bueno para contratar a la escuela de baile para que nos de clases de baile al personal- sonrió emocionada-. El señor de ahí- lo señaló con un lápiz y vi al hombre de hace un rato, acercándose a nosotras. Mi madre frunció el seño-, desea verte. Dice que chocaron el sábado- "así que ese era el cuarentón del sábado..." recordé con aburrimiento.
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Serie Inocente #2: Pervertida Inocencia©
रोमांसJane, una chica inocente que fue alejada de su vocación de servir a Dios, para casarse con Ryan, un hombre diez años mayor que ella. Cinco años después de ese matrimonio en los cuales ninguno de los dos había tenido comunicación, Jane salvará a Rya...
