MIJAIL VOLKOV (+21) Terminada ✔️✔️

17. Italianos

CAPÍTULO 17

Siento un escalofrió recorrer todo mi cuerpo, mi vista viaja a mi amiga temblorosa, veo como las lágrimas corren por su rostro, estoy tan aturdida que no puedo entender lo que Mijail y los chicos dicen, Malka suelta el arma y cae de rodillas llorando.

—¡¿Qué has hecho Malka?!—corro hacia donde ella, sé que Alexander era un maldito, pero este problema no era de ella.

—Yo...no se Vicky tuve miedo—trato de consolar a mi mejor amiga, Mijail está en el teléfono su mandíbula esta tensa y Ethan trata de consolar a Malka.

—Hay que irnos, los hombres de Alexander vienen hacia acá—Nathan está en silencio mientras su hermano levanta a Malka para marcharnos.

Paso mi mano sobre el hombro de Malka para ayudarla, ella recoge su cabello sé que esta situación le duele, ya que, aunque es una chica algo alocada siempre se ha caracterizado por ser una chica dulce. Trato de darle mi mejor sonrisa sé que ahora me necesita, así como yo la necesite en mis días difíciles, me sorprendo al escuchar murmullos en la planta baja de la mansión, Mijail me da señales para que entre a una de las habitaciones coloco mis manos en mi boca para que no se me escape un sollozo, tengo tanto miedo a cualquier represaría de parte de la familia de Alexander y los recuerdos sobre lo fiera que era su hermana me hacen estremecer, mi amiga como puede se esconde en el armario; ruego a cualquier dios que nos está escuchando en este momento que nada malo nos suceda ya estoy harta de sufrir, sé que he tratado de perdonar a Mijail pero verme en esta situación me hace pensar si esto es lo que quiero para mí.

Como puedo me escondo debajo de la cama, sé que es el primer lugar dónde buscarán, pero qué más da, escucho un silencio sepulcral que hace que una electricidad nada agradable pase por todo mi cuerpo, la puerta rechina. Aprieto mis ojos esperando lo peor, puedo escuchar un par de hombres hablando en italiano y como no entiendo nada del idioma no sé de qué hablan solo puedo distinguir Alexander.

Para mi sorpresa nada ocurre los hombres como entraron salieron, doy un respiro tratando de regular mis pensamientos necesito decirle a Malka que si amamos nuestras vidas debemos de huir y si Mijail de verdad me ama como dice que lo hace debe de aceptar dejarme libre.

Los ojos de mi amiga se abren como platos y palidece al ver que abro la puerta, pero sus facciones se relajan cuando ve que soy yo. Con el mayor silencio posible salimos de la habitación donde hace unos instantes nos escondíamos quizás de la muerte, pero para mi mayor sorpresa es ver el lugar donde habíamos dejado a Alexander vacío, Malka vuelve a llorar esperando lo peor tal vez este sacando conclusiones y me maldigo al recordar que no tengo teléfono para marcarle al bipolar de Mijail.

De la nada sale Pedro y siento que el alma me vuelve al cuerpo al menos si llegase a pasar algo tendremos quien nos defienda.

—¿Dónde está él? — las lágrimas salen por sí solas.

—Malka solo lo hirió—Mijail responde a mi pregunta. Volteo la cara para no verlo, sé que si paso más tiempo con él no querré irme nunca de su lado.

—¿Qué sucede bonita? —mi estómago se contrae. Mijail fue un cerdo bastardo que arrebato todo de mí y mi madre me odiaría si se enterará que comencé a sentir cosas por él.

—¿Podemos irnos Pedro? —ignoro sus palabras.

—¿Pedro? —Mijail frunce las cejas.

—Solo deseo irme—le respondo restándole importancia.

—Ya todo está listo—dice Nathan entrado por la puerta. Vuelvo y repito a veces pienso que Nathan es como un mueble sirve solo para decoración.

(***)

Mijail decidió irnos a esconder al apartamento de Nathan a las afueras de Italia, en todo el camino no hemos dicho ni una sola palabra y el aire esta tenso. Al llegar me sorprendo lo lindo y espacioso que es y se nota que vivía solo en este lugar quizás cuando quería huir de toda esta mierda de la mafia.

—¿Te gusta? —me susurra Nathan y me sorprendo porque desde que lo conozco es la primera vez que siento que es amable conmigo.

—¡Sí!, eh... ¿vivías solo aquí? —el enarca una ceja.

—¿Me estas preguntando si metía mujer aquí Vicky? —trago grueso ya que esa no era mi intención.

—¡No, no!, solo bueno.... se ve solitario este lugar.

—Sí, vivía solo aquí siempre he estado solo—puedo notar tristeza en su mirada—Mijail está arreglando un asunto... ¿Te molestaría si te invito a tomar algo en la azotea? —solo asentí.

Nathan me extiende su mano para poder subir por una escalera hacia la azotea de su apartamento, me llevo una mano al pecho al ver lo hermoso que se ve la ciudad desde este lugar—Es hermosa—susurra Nathan observándome.

—Es maravilloso este lugar Nathan, ¿Cómo lo encontraste? —le pregunto curiosa.

—Una vez hui de Rusia... había peleado con mi padre ya que él siempre tenía en primer lugar en todo a Mijail, en ese tiempo era un adolescente inmaduro en vez de enfrentar las cosas solo desaparecí—su mirada baja me hace ver que paso por muchos momentos difíciles.

—Bueno de todo se aprende—coloco tiernamente una mano en su hombro—¿Sabes que puedes contar conmigo verdad? — él sonríe. Nathan toma su teléfono y una melodía de una de mis cantantes inglesas favoritas, comienza a sonar.

El ambiente se vuelve tenso al escuchar la letra de la canción donde relata un amor no correspondido, Nathan no quita la mirada de mí y solo ahora me fijo lo profundo de sus ojos azules que contrastan muy bien con su cabello negro como la noche, él no dice nada solo está sentado junto a mí y en ocasiones su mano roza con delicadeza la mía, respiro con dificultad al sentir su piel con la mía, la puerta se abre dejándome ver a un Ethan enojado. Me levanto apenas lo veo y él se abalanza sobre su hermano mayor.

—¿Qué mierdas crees que haces? —le dice entre dientes a Nathan.

—Nada Ethan, supéralo—habla sin mirarlo a la cara.

—¿Nada? ¿Qué es todo esto? —señala Ethan la azote. Nat lo empuja y sale disparado del lugar dejándome con miles de dudas y preguntas sin resolver. Ethan solo niega.

—Si Mijail lo llegase a matar será tu culpa—dice dejándome sola y confundida.

(***)

—¡Esta delicioso Vicky! —dice Malka entusiasmada por las pastas que acabo de preparar.

—Mi mujer hace todo rico ¿o tú qué crees? —Ethan solo come y Nathan me mira a veces de reojos.

—¡No seas cochino Mijail! —grita Malka horrorizada. Mijail se ríe a carcajadas.

—¿Ya solucionaste lo de los mexicanos? —interrumpe Ethan. Lo miro fijamente desde lo pasado con su hermano me ha estado evitando.

—De eso iba a hablarles—espeta—Esta noche le haré una emboscada a Federico el nuevo jefe del cartel al parecer ha estado jugándome sucio, así que necesito que Victoria lo seduzca para poder ejecutar nuestro plan—al escucharlo me atraganto.

—¿Qué? ¡Repítelo! —le grito, este hombre me está colmando la paciencia.

—Amor...—antes de que diga algo le aventé la copa de vino que estaba tomando, Nathan y Ethan ríen y Malka solo está en silencio.

—Eres un bastardo Mijail—le dice Nathan y me sorprendo porque me está defendiendo.

—¡Tu cállate! —Mijail se abalanza sobre su primo.

—¡Cállame! —contraataca Nat.

—¡Cálmense! —por fin habla mi amiga—Lo haremos—todos la miramos sorprendidos.

—¿Te escuchas Malka? —me niego a hacer algo así.

—Déjenme hablar a solas con mi amiga—Mijail acepta y los chicos salen del lugar.

—¿Qué te está pasando por la cabeza Malka?, sabes que esto es peligroso ¿Si ese tal Federico se da cuenta y nos mata?

—Le haremos creer que lo haremos, pero... realmente usaremos esto para que escapes de aquí.