MIJAIL VOLKOV (+21) Terminada ✔️✔️

35. Tienes que calmarte

CAPÍTULO 35

VICTORIA JONES

No he parado de llorar ni un segundo desde que Alexander me trajo a casa. Por más que mi madre junto a Malka me insistan en calmarme no puedo hacerlo. Siento mi estómago revuelto y corro al baño para poder vaciar mi estómago. Me miro en el espejo y siento una opresión en mi pecho al ver mi imagen tan pálida y demacrada que tengo, trato de regular mis nervios, no ha sido para nada fácil para mi estar en toda esta situación, desde que conocí a la loca de Elaine, sabía que nada bueno me traería esa tipa. No entiendo que empeño tiene mi padre con hacerme daño, tengo tantas preguntas que hacerle a Mijail cuando regrese.

Llevo más de cinco horas sin tener noticias de Mijail. Pedro junto a Ethan ha ido a buscar a mi prometido y a Nathan, lo cual hasta ahora me entero que se ha ido junto a Mijail en su locura de terminar todo lo que Gilberto empezó.

Me he llevado la sorpresa de mi vida, al ver a Pedro besar a mi madre antes de irse a buscar a los chicos. Mi madre me ve de reojo y me percato como su rostro se contrae, quizás por la vergüenza que la invade. Siendo sincera, estoy feliz por ella, ha sufrido demasiado por culpa del hombre que dice ser mi padre y realmente le agradezco a Pedro por hacerla olvidar de toda esta miseria, él es un buen sujeto y sé que la hará sumamente feliz.

El teléfono de Malka suena y este es pasado inmediatamente a mi madre, trato de preguntarle a mi mejor amiga si le han dicho algo sobre el estado de Mijail y Nat y niega, diciéndome que le han dado órdenes de pasar el teléfono a Isabel, mi madre.

Me le pego como una lapa a la mujer que me trajo a la vida. Trato de escuchar, pero, me es imposible. Siento como la respiración de mi madre cambia a una desenfrenada, su rostro se torna pálido y sé que algo malo ha sucedido.

Siento como algo dentro de mi salta, un escalofrió recorre todo mi cuerpo. Llevo mis manos a mi pecho. Tengo un muy mal presentimiento. Mi madre no emite palabra alguna y de un momento a otro, cuelga.

—Yo...—siento sus palabras titubeantes.

—Isabel, ¿estás bien? —le pregunta con cautela Malka.

—Mamá, por favor, di algo—la animo. Mi madre busca desesperadamente donde apoyarse. Su cuerpo comienza a temblar y de la nada llora. Sé que lo peor paso, sé que algo realmente malo ha sucedido.

—Chicas, tienen que ser fuertes—eso era lo único que necesitaba para desmoronarme. Malka comienza a llorar y Rebecca tiene que tranquilizarla por el bebé.

—Lo que tengas que decir, dilo ya por favor—sueno suplicante, necesito saber que pasó, necesito saber de mi Mijail.

—Gilberto le ha...disparado a Nathan y no sobrevivió—abro los ojos por la impresión de sus palabras y siento una oleada de dolor invadir mi cuerpo—Mijail, dolido trato de detener a Gilberto cuando escapaba en un helicóptero, pero, algo no salió bien y—hace una pausa—hubo un... fallo y nadie lo logró—esto no me puede estar pasando, Mijail no me puede hacer esto. Él me prometió que siempre estaría conmigo, que jamás lograría vivir sin él, que, aunque muriera volvería de la muerte por mí y sé que sus promesas han muerto. No volveré a ver más nunca a Mijail, tendré una vida sin él y esto duele. Me duele mi pecho, esto no puede ser cierto, el Mijail que yo conozco jamás me dejaría sola. Alexander entra por la puerta principal, necesito escuchar por su boca que todo esto es una confusión o una maldita pesadilla y Nathan y Mijail aún siguen con vida.

Alexander no es capaz de verme a la cara—¡Dime que es mentira! ¡Dime que esto es una maldita mentira! —grito, desesperada al no obtener respuesta por parte de Alex. Siento mis piernas flaquear, quiero gritarle al mundo que no puedo vivir sin Mijail. Quiero decirle al mundo cuanto los odio por haberme arrebatado a mi único amor. Sé cuan enfermizo era el sentimiento que Mijail sentía hacia mí, pero, a pesar de toda esa mierda yo aprendí a amarlo, porque entendí que, a diferencia de mí, Mijail no tuvo una buena vida y siempre estuvo rodeado de mierda y más mierda.