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Septiembre había comenzado y las clases también. No resultaban ser lo más interesante para Robbie, pero tampoco resultaba ser lo peor del mundo. En los últimos días tampoco resultaba haber algo interesante, ¿O sí?

Caminaba por el campus de la escuela semi relajado y con un periódico en las manos mientras lo leía. Faltaban unos minutos para iniciar su clase pero con suerte estaba cerca del salón.

Durante aquellos días, había conocido a Evelyn Bowen, una chica de su clase con un notorio interés por lo paranormal. Por otro lado su compañero de apartamento, con quien por desgracia compartía alguna que otra clase. No faltaba en aclarar lo raros que eran ellos dos. Y para más desgracia de Robbie, Zerek le había tomado de sorpresa, logrando que saltase del susto y arrugara los extremos del objeto en cuestión.

—Cada vez eres más raro. —recalcó Zerek, quien se cruzó de brazos. Robbie bufó y apretó los labios. — ¿Qué haces leyendo eso?

—No creo que eso te importe.

— ¿Buscas trabajo? —inquirió.

— ¿Tú por qué quieres saber eso? —cuestionó. Zerek se encogió de hombros.

—No leerás eso solo porque sí, nadie lo hace. —dijo. —Si buscas trabajo, yo podría ayudarte.

Robbie arqueó la ceja y miró al castaño con confusión ante el comportamiento de su compañero. ¿En verdad le ofrecía ayuda? O ¿se trataba de una broma?

—No me mires así. —reclamó Zerek. —Hablo en serio. —aclaró. —En mi trabajo hay una vacante por si estas interesado.

— ¿En dónde es exactamente? —quiso saber Robbie y Zerek sacó un diminuto papel color blanco y algo arrugado. Después se lo entregó. —Gracias, supongo.

—Sí, sí. —dijo y después se alejó, continuando su camino.

Robbie observó dicho papel, esperando a que se tratase de una broma y que no hubiese nada escrito allí. Para su sorpresa, no era ninguna broma. En aquel papel estaba escrita una dirección y un número de teléfono el cual decía:

“E 61st Street Avenida Dorchester en Woodlawn, edificio de dos pisos color marrón.”

“+1 312 ### #### ”

Al terminar de leerlo, volvió a doblar el papel y lo guardó en el bolsillo de su pantalón. Esa misma tarde visitaría aquel lugar, que no parecía estar tan alejado. Continuó caminando y se dirigió tranquilamente hacía su clase.

Sombras De MedianocheHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin