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Habían pasado cerca de cuatro días desde la llegada de aquel curioso hombre, podían pasar hora y él seguiría viendo el mismo punto, en el mismo lugar con una mirada perdida. El resto de entes siempre lucía incomodo u aterrado cada que estaban cerca de él, como si fuera más que un simple fantasma.

Desde el suceso de la muñeca rota, Serkins había tomado una actitud peculiar. De vez en cuando, solía hablar solo o cabía la posibilidad de que simplemente actuara como si pasara nada, cada que los incesantes golpes en la planta alta volvían a tomar presencia.

Aquel día, hacía un clima fatal. El cielo estaba pintado de gris, hacía un frío terrible y había un aguacero que parecía no terminar hasta dentro de un buen rato. Para suerte de Robbie, Evelyn y Zerek, el ruido que producía la lluvia lograba distraer los sonidos de la tienda.

-Esto no terminará en un buen rato... -comentó Evelyn, quien miraba al exterior desde la ventana que daba a la calle.

-Vaya frío que hace. -dijo Zerek, quien frotó sus manos y sopló para mantenerlas calientes. -Mejor momento para no traer un abrigo.

- ¿Tu testarudez no te lo permitió? -preguntó Evelyn. Volteandose hacía la dirección de Zerek.

-No soy testarudo, cualquier persona se equivoca... -se defendió. -Aunque no debí ignorar las nubes de la mañana. Oh Dios, voy a enfermar por salir así.

-Quizás eso te sirve de enseñanza a no ignorar las nubes.

Nuevamente habían comenzado a discutir, parecía ser que uno siempre buscaba el momento para molestar al otro y viceversa. Robbie para tener solo un par de días, ya se había acostumbrado a las discusiones sin sentido entre ambos. Así que volteó hacia otro lado, más específico, al fondo de la tienda. El hombre como siempre, miraba hacía el mismo punto, y los demás fantasmas pasaban de un lado a otro.

Habían momentos en los que pensaba que ser un fantasma era más interesante que ser un simple mortal; pero luego se cuestionaba la razón por la que ellos se quedaban en el mundo de los mortales, ¿Realmente iban a otro lado luego de morir? ¿O por alguna razón ellos decidían quedarse en el mundo?

Un sonido le hizo salir de su trance, volteó hacía el piso y notó un pequeño collar de piedras negras rodeadas de plata. Al parecer había sido el único en percatarse de ello, pues Evelyn y Zerek seguían discutiendo. Robbie solo lo recogió e intentó devolverlo a su lugar, pero una lampara que se encontraba en el mostrador se movió unos centímetros y a lo lejos, una sombra se movía hacía la segunda planta.

Robbie se levantó de su banco y camino hacía las escaleras.

- ¿A dónde vas? -preguntó Zerek.

- ¿A qué crees que va a las escaleras? -dijo Evelyn.

-Olvidé acomodar algunas cosas, ya vuelvo. -anunció y subió las escaleras.

A medida que subía, la energía del lugar se volvía cada vez más negativa. Fuera la entidad que estuviera allí, no significaba ser en lo absoluto nada benefico.

Sombras De MedianocheWhere stories live. Discover now