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Al haber concluido con sus clases, Robbie tomó caminó hacia aquella dirección que Zerek le había dado anteriormente. No era relativamente lejos, se podría decir que era a unas cuantas cuadras.

Fueron los minutos más largos y cansados de su vida, no había nada realmente interesante por aquel lugar, era tan común y tranquilo que incluso era aburrido. La barda estaba llena de arboles al lado derecho al igual que habían varios señalamientos.

Para su sorpresa los edificios que habían eran casi todos color marrón. Y sin algo que realmente pudiera decir que había una vacante disponible. O eso era lo que él creía. Caminó un poco más, hasta que encontró un edificio de los mismos colores y algo viejo, en una de sus ventanas había un anuncio de una vacante disponible.

En esa misma ventana se mostraban multiples objetos que tenían cerca de 30 años, alzó su mirada un poco más y encontró el nombre de dicha tienda: «Tienda de antigüedades Wisniewski»

Caminó hacia la puerta y al abrirla, la campana hizo un sonoro tintineo. Por dentro la tienda tenía un mejor aspecto de lo que tenía la fachada. Estaba repleta de varios muebles, radios viejos o trastes de arcilla que a simple vista tenían buen aspecto.

—Sabía que ibas a venir. —dijo Zerek, quien estaba al otro lado del extenso mostrador al lado derecho.

—Oh, hola Robbie. —saludó una joven de pelo azabache.

—Evelyn. —replicó Robbie. —No pensaba que trabajaran juntos.

—Cosas de la vida. —hizo un ademán. —Es un fastidioso. —susurró.

—Te escuche. —acusó Zerek. —Si se queda con el puesto, aseguro que tendrás un amigo igual de raro.

—Corrección, es un cretino.

Del segundo piso se escucharon unos pasos lentos, seguidos de una puerta chirriante. De las escaleras bajo un señor viejo, algo jorobado y que se sostenía con un bastón. Con suerte aun conservaba su canoso cabello.

—Señor Serkins. —saludó Evelyn. —Hay alguien que vino por la vacante.

—Me di cuenta por el escándalo. —dijo un poco malhumorado. —  ¿Qué te trajo aquí muchacho?

—Oh, eh... Zerek me dijo que había una vacante disponible. —respondió Robbie.

— Niño, ¿Estás seguro de lo que dices? —preguntó arqueando una ceja. Robbie afirmó con un «Sí».

— ¿Por qué no le cree? —murmuró Zerek a Evelyn.

—Yo tampoco lo creería si viene de ti. —contestó Evelyn de la misma manera.

—Hm... Ven conmigo. —pidió el señor Serkins a Robbie. Comenzó a caminar, seguido de Robbie.

En la segunda planta habían varios estantes con algunos baúles, teléfonos viejos o artefactos domésticos sumamente viejos, incluso su diseño era totalmente distinto al de la actualidad. También había alguno que otro mueble o sillas acolchonadas al igual que espejos.

Cabe mencionar que en uno de las sillas había una mujer cuya vestimenta era muy similar a la que se usaba en los años 10. Quien al percatarse de la mirada de Robbie, solo llevó su dedo a sus labios e indico que guardara silencio.

Serkins abrió la puerta de su oficina, la cual estaba hasta el fondo. Era considerablemente pequeña, fácilmente podía alumbrarse con la luz solar que pasaba por la ventana. Habían unos cuantos ficheros y una pequeña vitrina donde estaba sentada una muñeca de porcelana, con sarafan como vestimenta y un pañuelo que cubría toda su cabeza.

Robbie sintió un pequeño escalofrío y una gran sensación de que alguien le observaba. Serkins cubrió la vitrina de la muñeca con una manta blanca al instante. Luego caminó hacía su silla y acomodo algunos papeles en su escritorio. Enfrente tenia una placa que decía: «Alexandr Serkins».

Antes que nada, Serkins pidió un CV a Robbie, quien para su suerte guardaba uno en su mochila, pues había pensado en visitar los lugares que había subrayado en el periódico. El hombre lo revisó momentáneamente y después comenzó a hacer una serie de preguntas.

A juzgar por la apariencia de Serkins, parecía ser alguien difícil de convencer, pero para sorpresa de Robbie. Lo había convencido de alguna manera, esa sorpresa llegó cuando este anunció que su trabajo iniciaría mañana.

Aquello había sido más fácil de lo que pensaba, después de todo. ¿Qué tan malo sería ese lugar?

Sombras De MedianocheWhere stories live. Discover now