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Habían pasado apenas un par de días desde que Robbie había comenzado a trabajar en aquella tienda de antigüedades. No pasaba algo realmente interesante por aquellos días, Robbie había notado la presencia de multiples personas con ropa muy anticuada merodeando por toda la tienda. Sin embargo, estos se veían totalmente inofensivos.

Si había algo que Robbie se preguntaba constantemente era la razón por la que el señor Serkins, su ahora jefe, tenía una muñeca guardada en una vitrina. Era una muñeca espantosamente adorable, Aun recordaba el día anterior cuando entró a la oficina de Serkins y tuvo sentimientos encontrados con dicha muñeca. Parecía que le seguía con la mirada a donde sea que fuera.

En aquellos días, Robbie había estado hablando con Evelyn; quien usualmente solía auxiliarlo casi siempre, a diferencia de Zerek que hacía acto de presencia muy raras veces. Aquella semana había sido sumamente agotadora que durante su único día de descanso no tuvo otra cosa que hacer más que intentar leer un poco.

Tomó el libro que había estado leyendo unos días atrás, «El Fantástico Mundo Espiritual» de Axel Griffin. Un famoso escritor británico especializado en temas paranormales. Casualmente, dicho libro al menos seis años de haber sido publicado. Abrió el libro justamente en la parte donde se había quedado:

"Los Orbes"

"Este fantasma es el que tiene más presencia en fotografías, pues se trata de una esfera de luz de color blanco o azul.

Los orbes suelen ser el alma de una persona o animal. Según creencias, el orbe es una forma temprana del alma que acaba de abandonar su cuerpo, lo que hace que por su forma sea rápido. Posteriormente este tomará forma del cuerpo al que alguna vez permaneció..."

Continuó leyendo por un poco más de tiempo, los orbes no parecían ser del todo interesantes, ni si quiera eran seres ofensivos a diferencia de lo que podía ser un poltergeist. Solo eran almas primerizas que solían deambular por todos lados.

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El día siguiente no parecía ser tampoco interesante, aquel día había llegado pocos clientes. Y los espectros deambulando por la tienda tampoco ayudaban mucho. Pues alguna que otra vez movían muy débilmente un objeto, en realidad solo podían mover hojas sueltas.

Pero estos usualmente solían mantenerse en lugares como pequeñas salas realmente viejas, jugando o tomando una taza de té. Constantemente se preguntaba cómo era que podían ingerir bebidas. Algunos otros tejian y otros cuidaban a bebes o niños.

-Hey, necesito que me ayuden con esto. -pidió Zerek, quien cargaba una caja entre sus manos. Posteriormente la puso en el mostrador.

- ¿Qué se supone que haremos con esto? -preguntó Robbie, agarrando y analizando unos binoculares. Por otro lado Evelyn tomó una lámpara.

-Supongo que acomodarlo. -contestó sarcástico.

-Esto es tan viejo que se hace polvo. -comentó Evelyn, quien ahora tomó una brújula sumamente oxidada.

-Pues por algo Serkins quiere deshacerse de esto. -dijo Zerek, sacando ahora un libro tan viejo y gordo que las hojas se veían amarillentas a simple vista. Tenía una simbología muy rara en su pasta, la cual era demasiado dura.

-Que libro tan más raro. -comentó Robbie.

-Todo lo viejo es raro. -agregó Zerek. -Seguro es un libro escolar de hace mil años.

- ¿No te has percatado de la simbología? -quiso saber Evelyn. -No parece normal.

- ¿Qué sugieres que es? -cuestionó Zerek. Y abrió el libro, leyendo una de las páginas al azar. -No entiendo nada de esto.

-Dame eso. -Evelyn de quitó de las manos el libro y lo hojeó. - ¿Acaso es hechicería?

-Y conjuros... -agregó Robbie. - ¿Por qué Serkins tendría un libro así?

-Dime que no crees ese tipo de cosas. -dijo incrédulo. Luego volvió a tomar el libro.

-Solo espero que no hagas ninguna tontería. -dijo Evelyn.

-¿Según tú cual?, este libro debe de ser falso. -dijo con el mismo tono incredulo. -Te aseguro que si leo algo de aquí, no pasa nada.

-No creo que sea bueno... -intervino Robbie.

-Esto no hará nada. -rebuscó en las hojas. Luego leyó en voz alta uno de los conjuros. Hubo silencio por un momento. - ¿Ven? No pasa nada.

En ese momento el sonido de algo rompiéndose en la planta de arriba llamó la atención de los tres. El lugar se había vuelto extrañamente frío, y los espectros del lugar se comenzaron a moverse de un lugar a otro.

Sombras De MedianocheWhere stories live. Discover now