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Pasó cerca de un mes, y los extraños eventos no habían terminado, más bien, iban de mal en peor. Habían ocasiones en las que ciertos objetos levitaban y luego caían estruendosamente. Robbie, seguía sin la posibilidad de ver aquel fantasma desde la vez del armario, era como si siguiera escondiéndose pero sin dejar de hacer de las suyas.

Evelyn, por otro lado seguía manteniendo una postura escéptica ante cualquier tema paranormal, llegando al punto de no hablar ni con Robbie ni con Zerek a no ser que fuera solo trabajo. Lo que levantó más la sospecha de que en realidad estaba demasiado molesta o sabía algo que sus compañeros no.

Cabía una mínima probabilidad de que Serkins no solo pidió que le ayudase a acomodar la muñeca, sino que también tuvo que darle un gran sermón. Algo que Robbie también había notado, era que Evelyn portaba un brazalete que nunca había visto, pero era verdaderamente extraño.

Al no haber demasiado trabajo aquel día, había estado pensando en las posibles razones del comportamiento de Evelyn, pero ninguna le parecía tan convincente como el sermón de Serkins; a los pocos minutos, Evelyn y Zerek llegaron con algunas cajas de artículos viejos y sin importancia alguna, los cuales tenían que ser acomodadas en la sala del fondo «según las ordenes de Serkins»

Robbie dejó de pensar en ello, cargo algunas cajas y caminó al fondo de la tienda, donde habían dos que tres fantasmas y el hombre del bombín, que no era ninguna grata sorpresa que estuviera donde mismo, mirando a donde siempre. Dejó las cajas en el piso y unos segundos después Evelyn llegaba con dos cajas más, pidió que acomodara los objetos en la alacena del fondo a la derecha, mientras que ella acomodaría el resto al otro lado de la sala.

Robbie nunca había visto al hombre del bombín tan cerca, había notado que al igual que el fantasma de la planta alta, él también tenía los ojos de color rojo. Aquello también le había despertado una sospecha, ¿El hombre del bombín es el mismo fantasma de la planta alta? ¿Acaso él estaba atrapado en la muñeca?

No pasó mucho cuando Robbie comenzó a acomodar los objetos de la segunda caja, pero había notado un extraño comportamiento del hombre del bombín, este había comenzado a sonreír de oreja a oreja. Robbie no tuvo opción más que pasar de largo y terminar de hacer su trabajo, pero cuando este se dispuso a tomar otro objeto, noto que el hombre del bombín estaba enfrente de él.

Cuando Robbie se reincorporó, quedaron frente a frente, el hombre del bombín apuntó con su dedo al pecho de Robbie con un extraño fin, mientras que intentaba mantener la calma y retrocedía algunos cuantos pasos. No pasaron más de veinte segundos cuando alguien lo jaló del brazo y lo llevó afuera de aquella sala. Evelyn lo llevó hacía el mostrador y lo sentó en una silla. Lo había salvado del hombre del bombín por una cuestión de segundos.

Sombras De MedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora