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Pasó el tiempo y después de un rato, Robin finalmente rompió el silencio.

"Sabes, la mayor parte de mi vida, durante casi dos décadas estuve solo. Saltando de un barco pirata a otro, solo para sobrevivir... sin quedarme en un solo lugar, con miedo de lo que podría pasar si el Gobierno Mundial se entera, todo el tiempo buscando algo parecido a una familia". Robin dijo: "Y en unos pocos días, no solo encontré un equipo que realmente me aceptó, sino también mi familia... ¿puedes creerlo, Sanji?".

Sanji no miró hacia ella, sino que miró hacia el horizonte abierto en el frente, mientras Robin sorbía por la nariz tratando de contener las lágrimas.

"Toda mi vida, pensé que estaba maldito... el Gobierno Mundial me dio el epíteto 'Niño del Diablo' en mi cartel de recompensa, casi como si se burlara de mi maldición... Fui perseguido por Marines y cazarrecompensas por igual... y todo lo que hice fue sobrevivir. Todo lo que sabía era cómo sobrevivir...", dijo, secándose las lágrimas.

Había mirado un par de veces para saber que Sanji no la estaba mirando, y estaba agradecida por eso.

"No podía mostrarme a los demás... haciendo cualquier cosa para sobrevivir, haciendo cosas de las que me arrepiento solo por mi propia supervivencia... todo el tiempo traté de aferrarme a la esperanza. Un sueño tonto".

Sanji no dijo nada pero le pasó un pañuelo, todavía sin mirarla.

Robin lo tomó, agradeciendo sin palabras: "Soy arqueólogo... tal vez mi propósito era encontrar los poneglyphs. Encontrar la historia del siglo del vacío... Pero esa esperanza también se desvaneció cuando vi y leí el poneglyph de Arabasta. " Dijo, recordando cómo ella y su hermano se colaron en la tumba de los reyes para leer el texto antiguo.

Una pequeña sonrisa se deslizó por su rostro. Una sonrisa de verdad... y continuó.

"No tenía esperanza, nada... No tenía sentido vivir. Lo único que me mantenía con vida era el odio por el Gobierno Mundial. Y luego... Cuando todas mis esperanzas se habían perdido, encontré a esta tripulación... y encontré mi familia. Yo tenía una familia... y Saul, mi amigo gigante que me salvó de Ohara, estaba vivo". Robin dijo, su voz quebrada mientras olfateaba de vez en cuando. "Hace solo unos días, no tenía razón para vivir. Y ahora, yo... quiero vivir. Quiero ser feliz... ¿No es eso egoísta?"

"No, no, no lo es". Sanji dijo, fue entonces cuando sopló un viento muy frío, casi haciendo temblar a la chica. Sanji se acercó a ella mientras se quitaba el abrigo y se lo ponía a Robin.

"Gracias," dijo Robin, y Sanji asintió.

Luego la miró directamente a los ojos, "Yo... somos un poco similares a Robin". Dijo que era la primera vez que la llamaba sin ningún honorífico. "No somos muy diferentes, y estoy feliz de que hayas encontrado a tu familia... una familia que te ama". él sonrió.

Robin no dijo nada, así que el chef continuó.

"El capitán es sobreprotector con nosotros... hace cualquier cosa y todo por nosotros... y solo puedo imaginar lo que haría por su propia sangre... él... es un hombre al que admiro y es un hombre del que estoy celoso". Dijo Sanji, alejándose de ella antes de volver a tomar su lugar cerca de la barandilla. "A diferencia de mí, él es fuerte. A diferencia de mí, tiene autocontrol y, a diferencia de mí, está comprometido".

"Sabes, cuando me uní a la tripulación por primera vez, los únicos que eran leales a Luffy eran Zoro y luego Gin. Después de eso, uno por uno, vi cómo un chico más joven que yo se ganaba el corazón de sus compañeros de tripulación. . Se ganó su lealtad". Él sonrió superficialmente, "Ese bastardo incluso me tiene envuelto en su aprecio... diablos, no me importaría dar mi vida por la tripulación o por él. Mientras estoy buscando venganza ciega. Él... bueno, él es diferente". Luego lo miró, "... realmente tienes suerte, Robin. Y estoy feliz por ti".

La aventura irreal 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora