| Capítulo 11 |

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EIZAN

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EIZAN

Terminé de ajustar los gemelos de mi traje frente al espejo de mi habitación y luego rocié una esencia masculina sobre mi cuerpo. El aroma envolvente y sofisticado se fundió en mi ropa, añadiendo un toque final de distinción. Tomé mi celular de la cama y lo guardé en el bolsillo de mi traje para andar con las manos libres para la ocasión. Luego, con paso firme, me dirigí hacia la entrada principal de la mansión.

Al llegar al pie de la escalera, me encontré con John, el mayordomo de la casa. Levanté una ceja en señal de cuestionamiento, buscando alguna pista sobre la ubicación de mis padres y mi hermano.

—¿Dónde están todos? —le pregunté, escaneando el área en busca de cualquier indicio de sus presencias.

—El señor y la señora Macallister tomaron el primer auto y se adelantaron a la celebración —informó con cortesía, indicándome con la mano que lo siguiera a la puerta—. El joven Ethan acaba de salir. La señorita Rebecca y Arthur están esperando afuera.

Seguí a John hacia la puerta principal, luego crucé el impecable camino de mármol que se extendía sobre agua y me reuní con los demás.

—¡Vamos, todos a bordo! —nos apremió Rebecca con prisa, luciendo impecable en un traje rosa pálido que realzaba su figura, acompañado de altos tacones que nos igualaban en altura—. Suban al auto, chicos.

Mi hermano y yo nos adentramos en la espaciosa limusina, seguidos de cerca por Rebecca, quien se aseguró de cerrar la puerta. Arthur, con su habitual seriedad, tomó su lugar detrás del volante y puso en marcha el motor, conduciéndonos hacia la mansión Cass.

—Los medios estarán esperando en la entrada principal —nos informó nuestra manager como habitualmente hacía cada que asistíamos a ese tipo de eventos—. Solo sonrían, permitan que les tomen algunas fotos y luego entren. Estaré a su lado en todo momento para guiarlos.

Ethan y yo asentimos en silencio. Ambos éramos conscientes de que este encuentro no era la mera celebración de un cumpleaños. El evento prometía contar con la presencia de diversas celebridades: actores de Hollywood, cantantes, modelos, artistas y diseñadores, además de influyentes empresarios. La fiesta de Logan era simplemente una fachada para hacer contactos y entablar negocios.

Aunque Jefferson nos presentaría una propuesta importante que seguramente sería beneficiosa para nosotros y estábamos dispuestos a aceptar, no nos parecía apropiado discutirlo en medio de tanta gente del medio.

Solté un resoplido, me crucé de brazos y recargué la cabeza contra el asiento. Tenía la certeza de que sería una noche sofocante cuando solo pensar en acercarme a Darrell para intentar entablar una conversación decente me hacía sentir cómo se me crispaban los puños.

«Ah, no debí haber abierto mi bocota».

Aunque había mencionado el día anterior que trataría de hablar con él, no estaba preparado para ello. Darrell me provocaba sin razón aparente cada vez que nuestros ojos se encontraban, y no quería ni imaginar qué palabras hirientes podría soltar si le dirigía la palabra y tocaba el tema de Elina. Mi sangre hervía y al mismo tiempo sentía un dolor en el pecho cuando me culpaba, porque a veces me dejaba llevar por la idea de que tenía razón.

Gemelos Macallister [ACTUALIZANDO] +18Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz