Gemelos Macallister [ACTUALIZANDO] +18

| Capítulo 10 |

GISELLE

El timbre del microondas resonó dos veces, indicando que la segunda bolsa de palomitas estaba lista. Jason se encargó de ir por ellas mientras yo me apoyaba en la isla de la cocina y me llevaba un puñado de las palomitas ya hechas a la boca. Jason regresó y vació la segunda bolsa en el recipiente. Algunas palomitas cayeron en la barra y no pude resistirme a tomar cada una de ellas y tragármelas.

—¿A qué hora llegan tus padres? —preguntó, alejando el recipiente de mi alcance cuando intenté tomar otro puñado de palomitas.

—Mi madre no debe tardar, y mi padre probablemente llegué por eso de las nueve o diez —respondí, caminando hacia la sala principal, donde el televisor se encontraba encendido con la primera película de High School Musical lista para iniciar en cuanto quisiéramos. Aunque la trilogía de películas ya eran un poco antiguas, a Jason y a mi nos encantaba verlas.

Jason llegó detrás de mí y se colocó en el sofá, subiendo los pies descalzos. Yo hice lo mismo, atrayendo un cojín de alado para colocarlo en el hueco que hicieron mis piernas. Presioné el botón de play en el control remoto y la película comenzó a reproducirse.

Aún no había iniciado la primera escena cuando Jason habló con seriedad a mi costado.

—Giselle, no puedo pasar por alto todo lo que ocurrió hoy —dijo, atrayendo mi mirada—. Me dijiste que me lo contarías, y he estado esperando pacientemente todo el día, pero hasta ahora no has mencionado nada al respecto.

Sabía que tenía razón. Durante gran parte del día, había estado pensando sobre cómo abordar la conversación. Ahora que Jason había dado el primer paso, sabía que era el momento de hacerlo. Sin embargo, me preguntaba por dónde sería adecuado comenzar.

Decidí pausar la película y giré en mi sitio para mirarlo directamente. Jason hizo lo mismo, colocándose frente a mí y sosteniendo mi mirada con extrema serenidad, pese a que la situación lo cabreaba.

—No siento que vayas a creerme, Jase —empecé a decir, mis manos jugueteando nerviosamente en mi regazo.

Jason extendió su mano y la colocó suavemente sobre mi rodilla.

—Solo habla con la verdad y te creeré, no hay razón para que no lo haga —respondió, transmitiéndome confianza con su gesto.

¿Debería soltarlo de golpe? ¿O abordar el tema con delicadeza? Pero, ¿cómo le explicas a tu mejor amigo que estás enamorada de uno de los gemelos más famosos e influyentes del país y, al parecer, él siente lo mismo por ti?

—Te mentí —dije, sin darle contexto y, por supuesto, confundiéndolo.

Jason frunció el ceño. Sus cejas claras uniéndose casi en una sola línea. 

—¿Sobre qué?

—Hace dos años, el último día del verano en que me quedé en la ciudad —respondí, tratando de relatar desde donde todo había iniciado. Sin embargo, parecía que Jason tenía dificultades para recordar ese día en particular, así que decidí darle más información—. Fue cuando me obligaste a asistir a una fiesta y me presentaste a Derek y Katherine por primera vez.