| Capítulo 12 |

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GISELLE

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GISELLE

Se me escapó una risa melosa en medio de la comida del domingo con mis padres cuando Ethan respondió con un gif gracioso mi mensaje.

—¿Giselle? —Escuché la voz de mi madre, lo que me obligó a apartar el celular por un momento y dirigir mi mirada hacia ella y mi padre, quienes, por cierto, me miraban con expresiones confundidas

—¿Qué pasa?

—No estás comiendo —regañó mi madre, señalando la mitad de pechuga en mi plato.

—Es que no tengo mucha hambre... —Mi celular emitió un breve sonido sobre la mesa, y mis ojos siguieron su dirección durante solo unos instantes.

—¿Hay algo que necesites contarnos? — preguntó mi padre, con un tono afectuoso, alternando su mirada entre mi celular y yo—. ¿Princesa?

—¿Algo que decirles? —Me mordí el labio inferior y pensé por un momento—. Oh, necesito enviarle un regalo a Ainara por su cumpleaños antes del viernes. ¿Podrías ayudarme, papá?

Mi padre parpadeó tres veces seguidas, su expresión cambió por completo. Sabía que tenía otras dudas en mente, pero no las abordaría en ese momento. Había sido descuidada al escribirme con Ethan delante de mis padres, lo sabía, porque era plenamente consciente de que mi semblante se alteraba al recibir sus mensajes, así que desvié un poco su atención hacia otro tema.

—¿Ya le has comprado algo? —preguntó mi madre antes de llevarse un trozo de pollo a la boca.

Asentí mientras daba un mordisco a la fría pechuga. Ayer, Jason y yo habíamos visitado un centro comercial y le había comprado a Ainara un par de accesorios de una tienda que sabía que le encantaba. Tenía planeado hacer un envío exprés a Nueva York, pero mi padre tenía más experiencia en ese tipo de cosas ya que solía encargarse de enviarme muchos regalos hacia allá. Así que aproveché la oportunidad para pedirle el favor.

—Está bien, dame la caja y la dirección, yo me encargaré de que lo envíen —aceptó mi padre mientras se servía más ensalada en su plato—. ¿Cuándo es su cumpleaños?

—Este viernes —respondí, bajando la mirada y sintiéndome repentinamente triste por no poder estar con ella. Con las tres en realidad.

—Cariño, lamento que no puedas estar con tus amigas —se compadeció mi madre, hablándome con un tono suave y sincero—. Te prometo que podrás verlas en las vacaciones.

No respondí y continué comiendo lentamente mi comida fría. Otro mensaje llegó a mi celular, pero decidí ignorarlo por el momento, centrada en calmar las sospechas de mis padres. De repente, otro teléfono sonó en el comedor. Mi madre sacó el suyo rápidamente de su bolsillo. La observé mientras revisaba la pantalla y fruncía ligeramente el ceño.

—¿Qué sucede? —se adelantó a preguntar mi padre.

—Es un asunto del trabajo —respondió ella, masticando lentamente su comida y dejando el celular sobre la mesa—. Cariño —me llamó, y sentí una corriente nerviosa recorrer todo mi cuerpo—. No te lo había dicho, pero estoy trabajando con los gemelos Macallister, esos que te gustan.

Gemelos Macallister [ACTUALIZANDO] +18Where stories live. Discover now