~Eric Harris.
El estómago me rugía como un hambriento león pero ignoraba mi hambre poniendo foco en lo que acababa de ver.
«¿Brooks Brown con los Jocks?»
Giraba mi pequeño teléfono sobre la mesa sobre su eje aparentando una sonrisa, soltando algunas maldiciones en el acto.
«Brooks Brown...»
El hambre me carcome, la intriga inundaba mi cuerpo y el odio... Odio, estoy lleno de odio.
«¿Con los Jocks?»
Ese pensamiento me estaba volviendo loco e histérico.
"No todo en ésta vida es malo" me han dicho siempre y en cada oportunidad aprovechaba a recalcarles lo estúpido que es pensar en positivo: el mundo es imperfecto y buscar su lado bueno es una pérdida de tiempo.
Es así, que una lamparita se prendió en mi cabeza. Busqué en unos segundos en un bolsillo de mi gabardina porque recordaba que en él había guardado cinco dólares más no los encontré, por lo que golpeé la mesa molesto.
—hmmm, juraría haber dejado cinco dólares para el almuerzo... Seguro me los robó un judío— gruñí.
—seg-guramente, m-malditos judíos— contestó con extraña dificultad Dylan
«curioso, pareces uno de ellos»
—espero que haya buena comida, estoy muerto de hambre— susurré sin apartar la mirada de mi teléfono.
—¿Sabés? Hoy encontré cinco dólares en mi gabardina, seguramente los dejé por error pero la verdad es que es bastante satisfactorio encontrar dinero cuando más los necesitas. Te los regalo, yo no tengo hambre...— murmuró.
Dejé de mirar mi celular y centré la atención en Dylan, ¿sonrojándome? —¡Increíble! ¡Gracias Dylan!— me levantó rápidamente y apresuré el paso a la máquina expendedora más cercana con el fin de comprar algo que saciara su malestar y para escapar de mi vergüenza.
Al entrar a un pasillo solitario desaceleré la marcha a una caminata más tranquila, por primera vez en mucho tiempo llevaba una sonrisa tímida. Sentía mi rostro caliente y mis orejas ardiendo, sudaba un poco pero no entendía el por qué de mi raro comportamiento.
«¿Será por Dylan?»
De golpe, el olor a lavandina invadió mis fosas nasales por lo que me protegí levantando mi remera hasta la altura de la nariz ¿Hipoclorito de sodio puro? ¿Alcohol etílico mal mezclado con agua? Deberían saber que el alcohol etílico debe usarse al 70% para que el mismo tenga mayor penetración en los virus y bacterias al mezclarse con agua. Lo mismo pasa con el cloro, el cual debe usarse al 10%.
«Soy un ser superior, una especie de Dios: soy demasiado para éste mundo».
Sonreí abiertamente al ver una máquina expendedora y corrí hacia ella. La misma ofrecía variedad de comidas, desde comida chatarra hasta snacks light, barras de cereal y bebidas.
Me decidí por un jugo de naranja y una bolsa de papas fritas; el estómago me rugió de vuelta y yo lo acaricié como tuviera un hijo dentro mío.
—¡Miren! ¡Nuestro payaso favorito!
Sentí que me agarraban de la parte de atrás de mi camiseta negra de kmfdm favorita para arrojarme contra una pared la cual fué impactada con mi espalda para después caer sobre mi brazo derecho, tuve suerte de no haberme lesionado el hombro pues solté la comida para amortiguar mejor el golpe. Intenté pararme incorporandome en cuatro patas pero me empezaron a patear el torso, tumbandome en el suelo nuevamente.
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¿𝑨𝒖𝒏 𝒄𝒓𝒆𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒖 𝒃𝒓𝒐𝒎𝒂 𝒆𝒔 𝒅𝒊𝒗𝒆𝒓𝒕𝒊𝒅𝒂? | Dylric
FanfictionEric Harris creía que jamás encontraría a alguien con quién compartir su pensamiento. Dylan Klebold creía que jamás encontraría a alguien con quién compartir su dolor. Gracias a un golpe de suerte, el destino decide que sus almas se crucen provocand...
