𝙺𝙰𝙿𝙸𝚃𝙴𝙻 13: Desde la perspectiva de Eric.

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{Eric Harris}

—¡Ah D-Dylan! N-no tan rápido ¡Agh!

Ahí estaba yo frente a mi mejor amigo, el cual estaba de rodillas, encerrados en uno de los baños de la secundaria Columbine.

—cállate REB, tú provocaste ésto ¡Así que no te quejes!— dijo con la respiración agitada mientras aceleraba el movimiento de su mano.

Trago grueso —no podemos estar en el baño de discapacitados, el conserje nos va a retar si nos descubre— susurro con un hilo de voz.

Me mira mal —tenemos más espacio para movernos

Muerdo mi labio inferior —¡Ah! ¡Mierda! ¡Mmmh!— me quejé, realmente me dolía.

—tranquilízate y deja de gemir como una perra— ordena.

Sudo frío —llegaremos tarde a clases, voDKa.

—eso no me importa ahora— gruñe.

—e-espera Dyl...

—¡Agh! Estoy por acabar...

Finalmente tira el algodón con alcohol y manchado con sangre al piso para tomar papel higiénico y limpiar la herida con agua oxigenada, él toma unas vendas y las coloca en mi codo.

Seguro se estarán preguntando como terminamos en esta situación: me lastimé el codo con un hierro de una butaca porque fui empujado por los Jocks unos minutos antes de la clase de química. Él, siendo mi gran amigo y único testigo, fue corriendo a la enfermería para buscar elementos sanitarios con el objetivo de socorrerme.

¿En qué estaban pensando?

Él sonríe  —listo.

—uff, esos malditos me las pagarán algún día.

Ambos nos colgamos las mochilas al hombro y fuimos a paso acelerado a nuestras clases de historia.

Llegamos al salón donde, a través de la ventana de la puerta, miramos al profesor con ojos suplicantes para que nos dejara pasar. Él nos nota, rueda los ojos y hace un ademán para que entremos. Suspiramos y pasamos al curso.

—buenas noches Harris y Klebold— saluda sarcástico.

Ninguno contestó, solo nos sentamos atrás de todos en nuestro territorio. Saqué un cuaderno y un lápiz para tomar apuntes (mentira, solo era para dibujar garabatos y escribir algún que otro sentimiento a modo de descargar y expresarme mejor), Dylan sacó una revista.

Mi mente se dividió en dos: una parte enfocada a las palabras del profesor mientras que la otra quedó en blanco, sensible a cualquier pensamiento o sensación.

—el 20 de abril del año 1889 nació un personaje que cambiaría la historia en el ámbito político, cultural y social dispuesto a reestablecer el honor del territorio perdido por Alemania en la primera guerra, anexando la Ciudad Libre de Dánzig lo que provocaría el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Él consideraba que aquellos que no cumplían con sus requisitos de raza, eran seres humanos inferiores: a partir del día de hoy, trabajaremos sobre  Adolf Hitler.

—hey dyl ¿Escuchaste eso? Vamos a trabajar sobre el hombre de bigote chistoso— río por lo bajo. Él solo me saca el dedo del medio.

—¡Harris!— me llama el profesor, Dylan deja de prestarle atención a su revista ante el grito —¿Tiene algo que compartir con tus compañeros?

Lo miro con desdén —no, por eso estoy susurrando— el salón silba y agita las aguas.

Él posa las manos en su cadera en gesto desafiante —si te va mal en el tema y desapruebas, será tu culpa ¿Eh?

¿𝑨𝒖𝒏 𝒄𝒓𝒆𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒖 𝒃𝒓𝒐𝒎𝒂 𝒆𝒔 𝒅𝒊𝒗𝒆𝒓𝒕𝒊𝒅𝒂? | Dylric Where stories live. Discover now