I'm Already Yours ✧ KookTae

𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 0

Érase una vez, muy, muy lejos, un reino, gobernado por dos reyes muy amados de la gente.

El rey alfa era un hombre fuerte y valiente, no le tenía miedo a nada, al contrario todos lo temían y lo respetaban; incluso los reinos vecinos temían su poder.
Su omega era un hombre hermoso, encantador y amable. Amaba caminar hacia la gente, conocerlos y ayudar a los que más lo necesitaban.

Ambos los soberanos se preocupaban y amaban mucho a su gente.

Era un día de otoño.

Las avenidas del reino se cubrieron de colores gastados anaranjados y rojizos que daban un sentimiento de alegría y nostalgia al mismo tiempo y el rey omega, Kim Seokjin, estuvo alrededor del reino.

—¡Mi rey, bienvenido! ¿Qué le trae a mi casa?— una jóven mujer estaba en la puerta, dando la bienvenida a su rey con una reverencia y con su hijo en los brazos.

—Buenos días señora Jeon. No quería ser molestia.— con una sonrisa saludó el rey.

—Pero ¿qué molestia?, mi rey. Entre y tome asiento en mi morada.— la mujer hizo espacio a el rey Kim. —Perdonad la ausencia de mi marido, pero se ha ido de viaje de trabajo.—

—Muchas gracias. No se preoccupe. Me supe sobre el reciente nacimiento de su hijo, he venido a hacerle llegar un regalo. — entró una dama con en los brazos una cesta llena de flores, pan caliente y una botella de vino, que acostumbra a beber en el castillo.

—Mi señor no debía, ya ha hecho mucho por nosotros ofreciéndonos un hogar.—

—Llegaron al reino recientemente y no he tenido la oportunidad de darle una bienvenida adecuada. Por favor acepte este pequeño dono.—

—Muchas gracias, de hecho.— se inclinó.

—El cachorro es un amor. ¿Cúal es su nombre?— el rey mostró su hermosa sonrisa a la mujer.

—Jungkook.— respondió la mujer reciprocando la sonrisa.

—Espero que algún día yo también pueda recibir la gracia de un hijo.—

—Es jóven y un omega saludable, mi rey. Le rogaré a la Madre Luna que le dé este regalo a cambio de su amable visita.—

—Me siento honrado de recibir a su familia en mi reino.—

—El honor es mío.—

—Ahora necesito ir a asistir a una corrida. Fue un placer conocer a usted y a su cachorro.—

—Muchas gracias por el dono. Ten un buen día.— saludó la mujer.

—Usted también.— terminó tristemente.

Su lobo lloraba a cada segundo por un cachorro, ya no aguantaba más el constante rechazo de su alfa.

Ellos llevaban años casados, sabía que tarde o temprano se rendiría porque necesitaría un heredero, pero el omega se sentía viejo y quería experimentar la emoción de tener un hijo lo antes posible.

Esto llevó al pobre Seokjin a una severa depresión.