Érase una vez, en un reino muy lejano, un príncipe se vio obligado a elegir un alfa para casarse y compartir el trono.
Pero algo no sale según el plan...
- 𝓝𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓶𝓪𝓻𝓬𝓪𝓻𝓽𝓮 𝔂 𝓱𝓾𝓲𝓻 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓲𝓰𝓸, 𝓷𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓮𝓼 𝓼𝓮𝓻 𝓶𝓲 �...
—¿Has encontrado a mi hijo?— dijo el destrozado rey Namjoon al jefe de las guardias reales.
—Lo lamento Majestad, pero no encontramos ningún rastro del príncipe.— dijo inclinándose. Mientras tanto llegó Seokjin.
—¡CÓMO COÑO NO PODÉIS ENCONTRAR A MI HIJO!— gritó levantándose del escritorio y golpeando sus manos en este violentamente. —DEBERÍAS HABER VIGILADO. ¿QUIÉN ESTABA DE VIGILANCIA POR LA NOCHE?— El omega se acercó acariciando el brazo de su esposo tratando de calmarlo.
Entonces el alfa se sentó exasperado.
—Escuche...— habló Seokjin a la guardia. —¿Están seguros de que has buscado en todo el reino?—
—Si majestad.— la guardia asintió.
—Entiendo.— Seokjin entendió que si no estaba en el reino, Taehyung no huyó de ellos, huyó a otro reino, ahora tenía pruebas. También había entendido dónde estaba, pero prefirió no decir una palabra. Él sabía que si quisiera, su hijo volvería. Solo rezó para qué se quedara sano y salvo. —Detengan la búsqueda.—
Ante esas palabras, Namjoon miró hacia arriba a su omega, viendo cómo Seokjin se alejaba y el guardia abandonaba el palacio.
—¡¿QUÉ MIERDA HICISTE SEOKJIN?— gritó enojado el rey alfa. —¿DETENER LA BÚSQUEDA?!—
—Namjoon, Tae se fue por su propia voluntad por alguna razón y buscarlo así sería forzarlo.— respondió en un tono tranquilo.
—¡QUE CARAJO ESTÁS DICIENDO, PUEDE ESTAR EN CUALQUIER LUGAR EN PELIGRO, SECUESTRADO O DIOS SABE QUÉ!— Seokjin se alejó sabiendo que si su esposo se enteraba en dónde estaría Taehyung, hubiera hecho que todo saliera para peor. —¡SEOKJIN!—
Namjoon agarró su brazo con fuerza y lo torció. —Déjame ir, Namjoon.—
—¿Te dijo algo?— Seokjin no respondió. —¡SEOKJIN DIOS SANTO ¿TE DIJO ALGO ANTES DE DESAPARECER?!_
—No.— susurró.
—¡SEOKJIN!—
—¡NO NAMJOON, NO ME DIJO NADA!— dijo liberándose del agarre. —¡QUIZÁS DEBERÍAS HACER UN ANÁLISIS DE CONCIENCIA Y REFLEXIONAR POR QUÉ NO CONOCES A TU HIJO!— y se fue encerrándose en su habitación dejando a Namjoon con su noche de insomnio.
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—Buenos día pequeño.— susurró Jungkook dejando un beso sobre la cabeza de Taehyung despertandolo.
—Buenos días.— contestó abriendo los ojos y sonriendo.
—Deberíamos bañarnos.— dijo Jungkook rozando su nariz en la sien del rubio y besando su mejilla.
—Sip.— Taehyung asintió, cerrando sus ojitos al tierno beso del mayor.
—Vale.— Jungkook se levantó primero, aún desnudo, mientras el omega se sentó mirándolo. —¿Podemos bañarnos juntos?— dijo Taehyung sonrojándose mientras Jungkook sonríe de ternura.
