Érase una vez, en un reino muy lejano, un príncipe se vio obligado a elegir un alfa para casarse y compartir el trono.
Pero algo no sale según el plan...
- 𝓝𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓶𝓪𝓻𝓬𝓪𝓻𝓽𝓮 𝔂 𝓱𝓾𝓲𝓻 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓲𝓰𝓸, 𝓷𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓮𝓼 𝓼𝓮𝓻 𝓶𝓲 �...
—No se acercará a mi omega.— los ojos de Jungkook pasaron de un rojo intenso a un rojo casi negruzco reflejando toda la ira que estaba sintiendo en ese momento.
—Lo siento jóven, e- el rey me pidió que sacara esa criatura del vientre del príncipe. Y d- debo obedecer.— respondió asustado por la mirada amenazante del apuesto joven mientras le gruñía a Namjoon inamovible en su lugar.
—¡TÚ. NO. TOCARÁS. A. MI. OMEGA!— y cuando volvió a mirar al médico, sus músculos comenzaron a contraerse, haciendo que su ropa se rasgara.
Seokjin y Namjoon estaban confundidos... ¿qué estaba pasando?
—¡JEON JUNGKOOK, MUESTRA RESPETO Y DÉJALO PASAR!— ordenó el rey Kim.
—¡ES MI OMEGA, ES MI CACHORRO, ES MI FAMILIA!— dijo enojado, llorando mientras continuaba mutando. —¡NO TE ACERCARÁS A ESA HABITACIÓN!—
Los músculos del azabache se se hincharon cada vez más.
Se hizo más alto y su cuerpo cambió.
En un abrir y cerrar de ojos toda su ropa terminó en el suelo, la figura del dulce Jungkook ya no existía, ahora una enorme bestia se hacía presente en su lugar.
El lobo del pelinegro había tomado el control... la enorme bestia tenía amenazadores caninos blancos y puntiagudos, pelaje negro azabache y ojos de un rojo intenso que brillaban por las lágrimas de frustración.
Las llaves de la habitación cayeron al suelo junto con las ahora inútiles ropas rotas.
Seokjin corrió hacia ellas y las agarró mientras corrió rápidamente hacia la habitación de Taehyung y entró.
Mientras tanto Jungkook se encargó de proteger el camino.
—¡GUARDIAS!— gritó el rey. En ese instante, decenas de soldados apuntaron con sus armas a la criatura que, sintiéndose amenazada, retrocedió gruñendo. —¡ATÁQUENLO!—
A esa orden todos los guardias se lanzaron contra el enorme lobo que se defendió atacando con sus puntiagudos dientes y afilando sus garras.
Aprovechando, Namjoon y el doctor se dirigieron a la habitación donde estaban los dos omegas, golpeando furiosamente una vez que llegaron a ella.
—Mi rey, deberí- — el doctor asustado trató de hablar, pero se quedó en silencio tan pronto como sintió la mirada amenazadora del alfa.
—¡KIM SEOKJIN, ABRE!— Taehyung lloraba de miedo en la cama mientras Seokjin se paraba con el hombro contra la puerta poniendo toda su fuerza contra ella, aunque sabía que no tenía ninguna posibilidad contra la fuerza de su alfa. —¡SEOKJIN!—
Y sin esperar más, Namjoon retrocedió y corrió hacia la puerta, tirándola al suelo junto al cuerpo adolorido de su esposo.
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Jungkook siguió luchando con todas sus fuerzas para liberarse de los soldados aún vivos y acudir a su omega quien lo llamaba aterrorizado.
Pocos soldados habían logrado mantenerse con vida, pero a pesar de esto el lobo ahora estaba cansado, débil y con innumerables heridas.
