Érase una vez, en un reino muy lejano, un príncipe se vio obligado a elegir un alfa para casarse y compartir el trono.
Pero algo no sale según el plan...
- 𝓝𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓶𝓪𝓻𝓬𝓪𝓻𝓽𝓮 𝔂 𝓱𝓾𝓲𝓻 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓲𝓰𝓸, 𝓷𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓮𝓼 𝓼𝓮𝓻 𝓶𝓲 �...
Jungkook todavía estaba en su forma de lobuna desmayado en el suelo.
Una vez que recuperó sus fuerzas y sin sentir más ese dolor punzante en su costado se levantó, aunque todavía con un poco de esfuerzo, cojeando en busca de Taehyung.
—¡AH! Mierda...— dijo mientras caminaba por los enormes pasillos volviendo en su forma humana.
Se arrodilló sintiendo el agudo dolor en su costado y la sangre en su mano, mientras la banda a su alrededor caía al suelo.
Todavía estaba desnudo... pero no le importaba, tenía que encontrar a Taehyung y para hacer eso tenía que regresar y dejarle la delantera a su lobo. Él era demasiado débil para protegerlo.
Con esfuerzo y dolor volvió a su forma de lobuna, y al escuchar los gritos de su omega y el olor de sus feromonas los siguió.
—¡ERES UN MALDITO MONSTRUO!— gritó Seokjin mientras Jungkook entraba lentamente en la habitación, sintiendo las miradas sobre él.
Estaba cansado de pelear, solo quería sentir los abrazos de su omega y saber que su cachorro estaba a salvo.
Todos lo miraban aturdidos y confundidos de diferentes maneras.
El lobo apenas se subió a la enorme cama donde Taehyung temblaba de miedo, mientras Seokjin le acariciaba el pelo tranquilizandolo.
—Papá... que pasa...—
—Es Jungkook.— respondió Seokjin al ver como el alfa se acercaba al vientre de su hijo quien no lo rechazó, sino que lo observaba aturdido.
El lobo solo se dejó caer junto al vientre del joven omega, dejándose dormir.
Seokjin comenzó a preocuparse cuando se acercó al menor, quien inmediatamente volvió a su forma humana a medida que perdía más y más sangre.
—¡NO!— gritó volviendo a llorar Taehyung, acercándose, sosteniendo al mayor en sus brazos a pesar de la sangre.
—¡EL ES DOCTOR, AYUDENLO!— el rey omega le gritó enojado al médico que observó por primera vez a Namjoon, quien solo asintió con su cabeza.
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Jungkook estaba acostado en una cama limpia, envuelto y completamente inconsciente, bajo la mirada del rubio que lloraba a su lado.
—¡QUÉ LE HAS HECHO PAPÁ! ¡POR QUÉ LO ODIAS TANTO! ¡TODO FUE SOLO MI CULPA!— gritó el joven mientras lloraba sobre el pecho de su alfa que no abría los ojos, y poco después empezó a encorvarse por el dolor en el vientre.
Namjoon se le unió de inmediato, mientras que Seokjin intentaba levantarse con dificultad debido al vendaje en su tobillo.
