Érase una vez, en un reino muy lejano, un príncipe se vio obligado a elegir un alfa para casarse y compartir el trono.
Pero algo no sale según el plan...
- 𝓝𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓶𝓪𝓻𝓬𝓪𝓻𝓽𝓮 𝔂 𝓱𝓾𝓲𝓻 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓲𝓰𝓸, 𝓷𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓮𝓼 𝓼𝓮𝓻 𝓶𝓲 �...
—¿Estás listo Tae?— Seokjin estaba ayudando a su hijo a prepararse para la boda que tanto anhelaban.
El omega estaba espléndido con su vestido blanco el cual resaltaba su espléndida figura, sus ojos deconstruidos por un ligero maquillaje y rodeados por dos pequeños diamantes debajo de cada ojo los cuales resaltaban su color azul. En su cabello una espléndida corona de rosas rojas y rosadas.
—Creo que voy a vomitar de ansiedad.— dijo mientras se movía de un lado a otro con su cachorro en brazos.
Tenerlo con él lo calmaba.
—No tienes nada de qué preocuparte, Taehyung, eres hermoso.— afirmó su padre. —Y deja de moverte así el bebé comió hace poco.—
—¿Y si cambió de idea y ya no quiere casarse conmigo? ¿Y si me deja plantado? ¿Y si- —
—¡Kim Taehyung!— llegó hasta él, tomando al pequeño Taegguk en sus brazos. —Jungkook te ama y te ya te está esperando así que muevete o llegaremos tarde.—
—¿Ya está ahí? ¿Es cierto?—
—Claro que es cierto tonto. ¡Rápido!— y los dos con el pequeño caminaron hacia la catedral donde se realizaría la ceremonia nupcial.
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Jungkook también estaba muy nervioso y mientras esperaba a su omega no podía dejar de inquietarse y arreglar inútilmente su uniforme.
—Jungkook...—
—Mi rey.— reverenció a ver Namjoon detrás de él.
—Te casas con mi único hijo, y pronto tu serás el rey... Namjoon está bien.—
—Vale... Namjoon.— se corrigió el menor.
—Debes estar emocionado.—
—Es el día de mi boda, me voy a casar con el omega que amo y que me dió el dono de un hijo, claro que estoy un poco nervioso.— explicó.
—Entiendo. El día de mi boda yo también estuve muy nervioso... Seokjin era tan lindo ese día, lo recuerdo como si occurrió ayer.— un tono de nostalgia y melancolía se abrió paso en el tono del rey alfa. Esos días estaban tan cerca y al mismo tiempo tan lejos.
Cuando se convirtió en rey sólo supo descuidar a la única persona que le daba felicidad.
El nacimiento de Taehyung fue un día muy importante para él, ver a Seokjin con el fruto de su amor lo emocionó... Pero tampoco valoró lo más importante que habían creado: un hogar.
—Ojalá mi madre estuviera aquí conmigo en momentos como estos. Siempre me pregunto qué piensa ella de mí, si está orgullosa o me considera un total fracaso.—
—Cuando me casé, ninguno de nuestros padres apareció... solo éramos Jin, yo y algunas personas que creían en nosotros. Quería con todo mi corazón que estuvieran ahí conmigo pero decidieron abandonarnos decepcionados.—
