Érase una vez, en un reino muy lejano, un príncipe se vio obligado a elegir un alfa para casarse y compartir el trono.
Pero algo no sale según el plan...
- 𝓝𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓶𝓪𝓻𝓬𝓪𝓻𝓽𝓮 𝔂 𝓱𝓾𝓲𝓻 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓲𝓰𝓸, 𝓷𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓮𝓼 𝓼𝓮𝓻 𝓶𝓲 �...
Después de beber té, con gran dificultad, Taehyung se quedó dormido.
Seokjin sabía exactamente cómo se sentía su hijo. Había logrado casarse con Namjoon solo después de varias vicisitudes entre las dos familias que estaban en constante lucha entre sí.
Pero después de un tiempo decidieron casarse en secreto y unir los dos reinos formando uno solo.
La dificultad que enfrentaba Taehyung fue que se había enamorado de un "plebeyo común", como lo solía llamar Namjoon, a pesar de que era como un hijo para Seokjin.
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Ya habían pasado 7 días desde la partida de Jungkook y el menor aún no tenía noticias.
—Taehyung... cariño, necesitas comer algo. La cena está lista.— Seokjin entró a la habitación de Taehyung quien estaba pálido y con ojos hinchados, apoyado en la ventana mirando la luna llena.
—Él solo me usó. ¿No es así?— preguntó Taehyung.
—¿Cómo puedes pensar esto? Jungkook nunca haría algo así, cariño.— dijo Seokjin enojado por los piensamientos de su hijo.
—¡PAPÁ, SE HA IDO POR TRES AÑOS, VUELVE, PASA MI CELO CONMIGO Y LUEGO SE VUELVE A IR SIN QUE YO SEPA NADA DESPUÉS DE UNA SEMANA CUANDO PROMETIÓ QUE ME IBA A BUSCAR!— gritó Taehyung, despúes sintiéndose mareado.
—¿Qué pasa Taehyung?— Seokjin se acercó asustado y lo ayuda a sentarse en la cama.
—Está bien, llámame si necesitas algo, ¿sí?— Seokjin salió de la habitación dejando a Taehyung solo otra vez.
Poco después de que su padre había salido, Taehyung fue al baño y vomitó durante minutos enteros sintiendo como su cabeza le daba vueltas y el olor amargo de la bilis en la boca.
De vuelta en la habitación sacó una mochila que llenó con la comida que no había consumido en esos días, agua, algo de dinero y ropa de repuesto.
El rubio esperó hasta que todas las luces del palacio se apagaron e, incluso cuando la oficina de su padre quedó a oscuras, agarró su mochila y salió a escondida.
Eran las dos de la mañana y mientras caminaba por el camino del este, se encontró con el sonido de unas pezuñas que se dirigían hacia él y comenzó a correr.
—¡HEY, ESPERA!— la voz le gritó, y Taehyung se dio vuelta. —¿Qué hace un omega aquí solo a esta hora?— pero Taehyung no respondió. —Ni siquiera parece que estas en plena forma. ¿Necesitas ayuda?— Taehyung asintió con la cabeza. —Sube.— dijo el chico ayudándolo a subirse a la silla de su caballo. —¿Adónde vas?—
—Este.— respondió en un susurro.
—¿Este? Que coincidencia que vivo exactamente en el Reino del Este.— él responde y Taehyung lo miró con los ojos abiertos con un pequeño rayo de esperanza de encontrar su Jungkook. —Mi nombre es Park Seojoon, soy estudiante del Maestro Shin. ¿Lo conoces es muy popular?— Taehyung negó moviendo la cabeza.
