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Jimin volvió a mirar a su alrededor, concentrándose en su despiste. El monje no parecía sospechoso y no había señales de que nadie estuviera observando a escondidas. El bolso que traía también estaba bien colocado en un lado de la pared.
Bueno, si el equipo de búsqueda ya lo hubiera encontrado, de seguro ya estaría tirado en la parte trasera de un todoterreno con las extremidades atadas. ¿O es demasiado extremista pensar así?

—Gracias por salvarme…

Cuando Jimin inclinó la cabeza para agradecer, el monje le estrechó la mano e hizo un chasquido con su lengua. Su cara mostraba una natural simpatía.

—No es nada, por cierto, no está permitido hablar mucho, así que si tiene algo que decir escríbalo en su cuerpo, pero entonces ¿Qué puedo hacer si necesito llevarlo al hospital?

Jimin sonrió torpemente ante las palabras del monje. Por si acaso, pensó que sería necesario escribirle ‘Por favor, no me lleves al hospital’. Si va hacia algún hospital en ese estado, es probable que lo encuentren.
Mientras sostenía una taza con ambas manos y bebía agua, el monje pareció un poco desconfiado esta vez.

— No vino caminando por el sendero de la montaña, y como apareció repentinamente en el jardín del patio trasero, eso significa que descendió por la escarpada montaña… ¿Lo está persiguiendo alguien?

Jimin no respondió. En su lugar, bajó los ojos con una expresión seria. Arrugó un poco más la cara ante la mirada que aún sentía sobre él. Cuando se mordió los labios con fuerza, como si estuviera conteniendo las lágrimas, el monje le llamó la atención.

—Bueno, está bien si no quiere decirlo.

Afortunadamente, el monje pareció no hacer más preguntas. Pensaba que era una buena opción elegir un templo. Las instalaciones religiosas como los templos y las catedrales han sido durante mucho tiempo un refugio para muchos fugitivos.

—Gracias. Bueno, tal vez… ¿Me permitiría pasar una
noche aquí?

Ante la pregunta con una expresión de pena, el monje asintió.

—Sí, no sé cuál sea la historia detrás suyo, pero puede quedarse hasta cuando usted logre sentirse mejor.

—Gracias, muchas gracias.

Mantuvo la cabeza agachada. Estaba tan agradecido hasta el punto de liberar algunas lágrimas de alivio.

—Tómese su tiempo y avíseme cuando tenga hambre.

—Bueno, espere un minuto por favor señor monje.

Jimin rebuscó rápidamente en su bolso y sacó algo. Era un reloj de lujo que había pedido con la tarjeta negra de Jeon Jungkook.

Deliberadamente pretendiendo vacilar, no, fingiendo estar decidido, dudó y luego sacó la caja.

—Esta es una reliquia que mi difunto hermano apreciaba…

Los ojos del monje se abrieron de par en par. Jimin le pasó la cajita a manos del monje sin perder el tiempo.

—Por favor, acepte esto. No tengo dinero en este momento, pero puedo darle esto.

Si simplemente le diera un artículo de lujo, por supuesto que sería sospechoso. Sin embargo, si hay una historia adecuada detrás, no dudaría del repentino obsequio. Es una suerte que le acaba de llegar.

—¿Está bien dar los objetos personales de tu hermano así? —Hace mucho tiempo que se fue y yo sé que él estaría de acuerdo…

De ninguna manera. Esto es un soborno.