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Tras decidir quedarse en la casa de Jungkook, Jimin decidió acostumbrarse a ella. Jimin no conocía su salud pero confiaba en su capacidad de adaptación. Sin embargo, aún no ha podido acostumbrarse a ‘convivir con Jeon Jungkook’.

Siempre que se despertaba por las mañanas, podía ver a Jeon Jungkook. A veces estaba dormitando contra la pared, y otras veces estaba sentado frente a una mesa y dando golpecitos en su ordenador portátil.

—¿Cómo te sientes?

Jungkook se acercó a Jimin, que se había despertado, extendió su gran mano y la puso en su frente para comprobar su temperatura corporal. Aunque haya dicho que ya no le quedaban sentimientos por él, era físicamente agradable sentir unas manos frescas y grandes.

—Si te sientes aunque sea un poco mal, dímelo enseguida.

Dijo tan bajo como en un susurro. ‘De seguro solo es porque tiene miedo de que el niño en mi estómago se ponga mal’. Jimin asintió sin decir mucho.

No había necesidad de entristecerse al verlo cuidando al niño en su estómago. La decepción es un sentimiento que se tiene sólo cuando se tiene un poco de expectativa por la otra persona.

La casa de Jungkook, a pesar de su grandeza, era lúgubre. Jimin se sintió extraño porque recordó la vez que le dijo: ‘Llámame si tienes miedo’.
‘Ahora que lo pienso, mientras comía dakdoritang*, Jeon Jungkook me dijo por primera vez que diera a luz a un bebé. Pensé que estaba bromeando. Hijo de puta’.

Jeon Jungkook le llevó ropa nueva y comida a Jimin cuando se despertó y le volvió a preguntar si necesitaba algo o si quería ir a algún sitio.

—Como dije el otro día, siéntete libre de decirme todo lo que quieras. Si Park Jimin lo quiere, puedo hacerlo posible todo por mi cuenta.

Al ver que la arrogancia aún permanecía, pensó que Jeon Jungkook seguía siendo Jeon Jungkook.

—¿Qué vas a hacer si te pido que vayas al Amazonas conmigo?

Fue un poco divertido ver como su cara se endureció de inmediato.

—No importa. Sólo ocúpate de la comida y la ropa. También quiero devuelta mi Blu-ray y mi portátil.

Eso es todo lo que necesitaba. Mi documental favorito sobre la exploración y la comida ordinaria que se adaptaba a mi gusto.

—Lo he tirado todo.

……Pero, ¿quién se cree este desvergonzado?

—…¿Lo has tirado todo?

Cuando le pregunto de vuelta incrédulo, las cejas de Jeon Jungkook se retorcieron bruscamente.

—¿No es posible volver a comprarlo?

— ¡Había un DVD de edición limitada!

—¿Por qué no lo compramos de nuevo?

Parecía creer que el dinero lo resolvería todo.

De todos modos, unos días después, Jeon Jungkook trajo unas tres cajas de discos Blu-ray según la lista escrita por Jimin. Incluyendo la edición limitada.

Al igual que cuando estaba atrapado en el hotel Keystil la vez pasada, Jimin pasaba los días viendo sus documentales o libros favoritos. La única diferencia era que Jeon Jungkook estaba a su lado.
El secretario Hong, al que ya había visto varias veces, los visitaba ocasionalmente y hablaba de trabajo con Jeon Jungkook.

Y Jeon Jungkook estuvo junto a Jimin la mayor parte del tiempo. En otras palabras, no salía de la casa.

Incluso aunque fuera por poco tiempo, nunca lo perdía de vista. Ni cuando miraba su portátil con las gafas puestas, o cuando hablaba con alguien por teléfono.

99% Compatibles ♥︎ KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora