ʙᴇꜱᴛ ʏᴇᴀʀꜱ | ʙʀɪᴀɴ ᴏ'ᴄᴏɴɴᴇʀ

Prologo 🏎️

Narrador omnisciente:

Clarissa y Nicholas no estaban tan entusiasmados por la idea de cumplir diecinueve, aumentar de edad significaba aumentar las responsabilidades, y los mellizos no eran chicos muy sensatos.

Clarissa compartía el gusto por los autos de su padre, las carreras clandestinas y la velocidad al volante. Lo que los diferenciaba era que el padre de ella sí era responsable y veía la vida desde su etapa adulta. 

Nicholas por su parte siempre estaba metido en peleas clandestinas, participaba en ellas desde las dieciséis. Le gustaba la adrenalina y la euforia al ganar, porque con el tiempo aprendió a triunfar en cada pelea.

Colton y Natasha, los padres de los mellizos, habían ido a coordinar todo para le entrega de los regalos de sus hijos, era un auto para Clary y una moto para Nick. Debido a la intensidad lluvia el chofer no logro ver un animal que cruzaba la carretera y cuando quiso esquivarlo perdió el control del vehículo desencadenando un fatal accidente. 

Clarissa y Nick discutían en la sala porque él había sacado de la casa a Ethan, el novio de Clary. La razón era que simplemente no se llevaban bien y le desagradaba su presencia, además molestar a su melliza era su pasatiempo favorito.

—¿Qué demonios te ha hecho Ethan para que lo odies tanto?

—Nacer —responde Nick con simpleza—. Su presencia me desagrada, es todo.

—Esta no es solo tu casa, yo también vivo aquí —reclama Clarissa—. Deja de ser un patán de primera.

Nicholas está por rebatir cuando el celular de la sala comienza a sonar, ambos mellizos se miran en un duelo por ver quien tendrá que ir a contestar. Clarissa entrecierra los ojos y Nick ke sonríe falsamente, ninguno se mueve, siguen con su batalla de miradas por unos segundos.

—Responde la llamada —ordena la chica.

—Yo soy el mayor, por unos minutos, pero soy el mayor.

—Y yo mando —recuerda Clary—. Toma el maldito teléfono.

—Te odio —Nicholas se mueve por la sala para tomar el celular—. Hola, casa de los Leister.

Su semblante burlón cambia drásticamente cuando le informan que sus padres tuvieron un accidente y deben ir al hospital. Clarissa no entiende nada ya que Nicholas se limita a decirle que lo siga rápidamente.

—¿Vas a decirme algo? —pregunta ella asustada mientras ingresan al hospital—. Nicholas, di algo.

—Tuvieron un accidente, no sé nada más —responde el cortante—. Ahora cállate y camina.

Si fueran otras circunstancias Clary lo habría insultado por darle órdenes pero no puede pensar con claridad, sus padres tienen que estar bien, no puede morir.

La cara de los doctores y de los oficiales es la respuesta que Nicholas necesita, no pudieron salvarlos. Los ojos avellana del chico buscan a su hermana, quien mira el lugar aterrada.

—¿Son los familiares de Colton y Natasha Leister? —interroga un oficial.

—Somos sus hijos —Nick traga saliva—. ¿Qué pasó?

—Lamentamos informales que sus padres tuvieron un accidente automovilístico —dice con sutiliza—. El chofer intento esquivar un animal en la ruta y debido a las condiciones climáticas su auto se volcó.

Los mellizos sienten su mundo derrumbarse, no hay palabras que expliquen lo que sienten en este momento, quedaron huérfanos en el día de su cumpleaños. Clarissa se aferra al brazo de Nicholas con todas sus fuerzas mientras las lágrimas caen por sus mejillas, él en cambio intenta mantenerse fuerte por ella.

—Colton Leister falleció en el lugar, Natasha fue trasladada al hospital e hicimos todo lo posible pero no pudimos salvarla —explica uno de los doctores—. El chofer sigue en cirugía, pero su estado también es grave.

En ese punto Clarissa comienza a llorar con más fuerza. ¿Por qué sus padres tenían que morir? No se imaginaba el llegar a esa gran mansión llena de recuerdos, de ahora en adelante solo tendría eso, recuerdos de sus padres ya que no podrán crear nuevos momentos.

Nicholas lo sabía, él tendría que tomar el rol de figura responsable, pero siendo sinceros no estaba preparado para eso. Ninguno estaba listo para comenzar a vivir sin sus padres, pero tendrían que hacerlo porque la vida continúa y no pueden quedarse estancados.

Desde ahora solo se tendrían el uno al otro, debían asumir eso. Su familia de cuatro integrantes se redujo a dos en un parpadeo estrujándoles y desangrándoles el corazón hasta que apenas les quedaron ganas de seguir, pero ambos tenían un motivo de vida, y ese motivo eran ellos mismos.

Nicholas viviría para cuidar a Clarissa, mientras que Clarissa viviría para animar a Nicholas.

Todas las personas sufrían pérdidas a lo largo de sus vidas, pérdidas que marcaban un antes y un después. La muerte de sus padres fue ese cambio para los mellizos, su vida nunca sería igual desde ese momento.