ʙᴇꜱᴛ ʏᴇᴀʀꜱ | ʙʀɪᴀɴ ᴏ'ᴄᴏɴɴᴇʀ

Capítulo 4 🏎️

Clarissa:

Soy la primera en levantarme, Nick siempre suele dormir hasta más tarde. Hay veces en las que llega de madrugada por su peleas clandestinas y duerme toda la tarde, ya estoy acostumbrada a aquello. Pero hoy se levantó primero generando varias interrogantes en mi. 

—Toma —me extiende un plato—. Sándwich de jamón con queso.

—Gracias.

—Escuché que trajiste al rubio a la casa y luego lo llevaste a la suya.

—Y yo escuché que anoche fuiste a la pieza de Mia —revelo, se atraganta con el café—. Ambos escuchamos cosas interesantes.

—No fui a la habitación de Mia —miente descaradamente—. No sé quien diablos te dijo eso.

—¿Entonces tenemos otro hermano que no conocemos? Porque el chico que vi entrando a la habitación era igual a ti.

—Me viste —repite nervioso, afirmo—. Solo charlamos, ya me conoces.

—Claro que sí, las chicas caen a tus pies con tan solo una mirada —resoplo—. Hablamos de Mia, mi mejor amiga, no puedes jugar con ella.

—No juego con nadie, Clary, ya deja el tema.

—Todos saben que eres un maldito rompecorazones —le recuerdo—. Aunque dejes claro que no quieres nada serio igual se enamoran de ti.

—Esa no es mi culpa, yo digo las reglas desde un principio y ellas aceptan.

—No puedes romper el corazón de Mia.

—No le gusto a Mia —niega luego de darle un mordisco a su sándwich—. Deja tus tonterías.

—Nick, todos notan sus miradas y la tensión que se crea cuando están en un mismo lugar —lo señalo—. Además eres dulce con ella.

—También soy cariñoso contigo, eso no significa que este enamorado de ti.

—¿No tienes mejor argumento que ese? —cuestiono divertida, niega distraído—. Me haré la sorprendida cuando los vea besándose.

—Deja de molestar —reclama levemente molesto—. Ahora dime, ¿qué te traes con ese rubio?

—Nada.

—Nada —repite con voz chillona—. No soy ciego, ¿sí? Veo sus miraditas.

—Parece que si eres ciego porque no te das cuenta que le gustas a Mia y a que a ti también te gusta ella.

—Otra vez con el tema de Mia, estamos hablando de ti —me señala, alzo las manos en señal de paz—. Escúchame, solo quiero que te cuides.

—Siempre lo hago.

—Me refiero a que cuides tu valioso corazón. No le des el poder a alguien de destruirlo.

Le doy una leve sonrisa, ambos sufrimos demasiado con la muerte de nuestros padres, creo que eso ha sido lo más cercano a un corazón roto y sin duda no quiero experimentar un dolor así otra vez.

Pero también sé que somos humanos y no controlamos nuestros sentimientos, pero si podemos decidir como expresarlos o simplemente no expresarlos.

⌑  ⌑  ⌑

Todos estamos en el taller de Dom haciendo diferentes cosas, si no estamos en el restaurante o en el bar es porque vinimos aquí, ya estoy familiarizada con el olor a combustible y mecánica.

Estoy ayudando a Nick a revisar el aceite de su moto cuando escuchamos una grúa estacionándose, arriba de esta hay un auto que solía ser rojo y solía ser auto, pues por fuera ya es solo basura.