Capítulo 2 🏎️

3K 203 1
                                    

Clarissa:

Cuando la noche cae comienza lo verdaderamente interesante para nosotros. Mi hermano al final decidió venir en su moto para traer a Mia por lo que yo vine sola. 

Estoy apoyada en mi auto, un McLaren F1 de color gris, adoro este auto con mi vida ya que fue el regalo que compraron mis padres antes del fatal accidente. Las miradas no tardan en llegar, mi auto es relativamente pequeño comparado con otros deportivos, pero alcanza los cien kilómetros en menos de cuatro segundos. Tiene tres plazas de asientos, el conductor está ubicado en el centro del y los otros dos se ubican un tanto más atrás, lo que lo hace único. Lo que más me gusta son las puertas, las que son estilo mariposa. 

—Ahí estás —saluda Mia—. Te ves guapa.

—Gracias, tú igual.

Reparo en mi outfit, llevo unos pantalones negros de cuero pegados junto a un top que solo cubre mis pechos. La chaqueta de Nick descansa sobre mis hombros, solo se la estoy cuidando por un rato. 

—¿Planeas correr? —me pregunta Mia interesada—. Es divertido verte quitarles el dinero y el ego a esos ilusos.

—No lo sé, nunca lo sé —admito riendo—. Siempre tomo la decisión a último minuto.

—¿Sigues molesta por lo de esta tarde? Por el chico atún.

—Me molesta que Vince se crea el rey del lugar y que le haya ofrecido golpes a mi mellizo —me encojo de hombros lista para mentir—. El chico atún es lo último que me importa.

—Ambas sabemos que tu hermano hubiera ganado esa pelea. Es el mejor peleando —menciona con una sonrisita, la miro fijamente y se pone nerviosa—. Digo... ya sabes como es Nick cuando se trata de golpes, siempre gana. 

—Sí, mi hermano es el mejor boxeador —oculto una sonrisa—. Y tú pareces ser su mayor fan.

—¿Qué? No —niega de inmediato—. Deja de hablar tonterías. Solo estás desviando el tema para que no hablemos del rubio que te gusta.

—Que no me gusta Brian —resoplo por milésima vez.

—¿Y quién dijo que era él? Solo dije rubio y tú asumiste que era él —me codea divertida—. Te gusta, admítelo.

—Mia, tienes un cerebro brillante, no lo uses para asumir cosas estúpidas como esas —la señalo, en ese momento cinco autos conocidos se estacionan—. Por fin llegan.

El auto rojo de Dom queda junto al mío mientras los otros se estacionan atrás formando una especie de V. Esta pasando lo mismo que cuando llegue, todas las miradas están puestas aquí. Los que vienen seguido saben correr contra Toretto o conmigo es perder el tiempo, pero lo hacen de todos modos.

Lo que nunca ha pasado es que Dom y yo corramos al mismo tiempo, sé que nos terminaríamos matando en el intento porque ninguno daría su brazo a torcer. Pero siempre hay una primera vez para todo, y tal vez hoy sea esa noche.

Toretto baja de su auto siendo recibido por varias chicas las cuales no dudan en coquetearle. Nicholas se acerca a nosotros mientras le hace burla a Letty, quien no sonríe para nada. Una mirada de Nicholas es suficiente para que ningún hombre me acerque o a Mia.

—Huele a zorras —dice Letty calmada mirando a las rubias junto a Dominic—. Lárguense, chicas, o les dejaré estrías en la cara.

—Letty, sólo hablaba con ellas —se excusa Dom.

—Sí, claro —intervengo burlona—. Y a Nick no le gusta pelear.

—De acuerdo, Héctor —lo llama Dominic sabiendo que tenemos razón y que sí estaba coqueteando con esas chicas—. ¿Qué tal? Edwin.

ʙᴇꜱᴛ ʏᴇᴀʀꜱ | ʙʀɪᴀɴ ᴏ'ᴄᴏɴɴᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora