ʙᴇꜱᴛ ʏᴇᴀʀꜱ | ʙʀɪᴀɴ ᴏ'ᴄᴏɴɴᴇʀ

Capítulo 8 🏎️

Narrador omnisciente:

No hubo lágrimas en el trayecto a casa, no había tiempo para llorar, al menos no por Brian, pero si por sus amigos quienes debían huir. Clarissa, Nicholas y Mia eran inocentes por lo que ellos serían los únicos en quedarse, los otros tres debían huir. 

La pelinegra ayudó a guardar un par de cosas a Letty y se despidieron de ella con el dolor de sus corazones, no sabían cuando se volverían a ver. León alzó a Clary del suelo para darle un par de vueltas mientras le susurró agradecimientos por todo lo que había hecho desde que se conocieron.

Tampoco tuvo mucho tiempo para llorar aquellas despedidas porque ahora debían encontrar a Jesse antes que Johnny Tran, no van a abandonar a uno de los suyos a su suerte.

Mia estaba acurrucada en el sofá deseando que todo esto fuera una pesadilla. Dominic cargaba su escopeta y los mellizos unas pistolas, Nicholas sabía usarla en cambio Clarissa nunca había disparado, pero por defender a Jesse de la otra pandilla lo haría.

Los hombres son los primeros en salir del garaje para arrancar el auto en lo que ella va a checar a Mia. Un auto naranjo se estaciona bloqueándoles la salida, Brian baja del auto apuntándoles con la pistola.

—¡Dom, Nick, suelten las armas ahora mismo!

—Mueve tu auto —se limita a decir Toretto.

—¡Una mierda! —reclama el rubio—. ¡Suelten lar armas! Basta de huir.

—¡No estamos huyendo!

Dominic y Nicholas comienza a caminar amenazante hacia Brian, el rubio sujeta con más fuerza su pistola.

—¿Dónde están León y Letty?

—Ya se fueron —responde Dom.

—¿Issa está aquí o fue en busca de Jesse?

—¡No menciones el nombre de mi hermana! —señala Nicholas—. ¡No tienes derecho a hacerlo!

—¿Qué mierda haces aquí? —cuestiona Clary furiosa—. ¿Vienes a terminar de arruinarnos? ¡Mueve tú estúpido auto!

—Se terminó, Issa. Ustedes son inocentes, Toretto no —menciona Brian—. No avisé a la policía pero no me fuercen. ¡Suelten las armas! ¡Te juro que...

Brian y Dominic caminaron hasta quedar uno frente al otro sin soltar sus armas. Nicholas observaba todo mientras apuntaba la cabeza del rubio, si se atrevía a hacer algo le volaría los sesos. Clarissa miraba todo sintiendo su corazón palpitar con fuerza, sabía que su hermano adoraba a sus amigos pero no sabía que era capaz de asesinar con tal de protegerlos.

—¡Tú eres el policía! ¡Eres un policía! —grita Toretto sintiéndose traicionado, al igual que todos, miro a sus verdaderos amigos para luego girarse hacia el rubio—. Brian, tenemos que encontrar a Jesse antes que ellos. El chico solo nos tiene a nosotros.

—Les daré la placa, la policía lo encontrará mucho antes que Johnny.

—Mueve el auto —insiste Toretto.

—¡Basta! —grita Mia saliendo de la casa, las armas de los mellizos apuntando a Brian y la del rubio Dominic, no quería que se mataran entre ellos—. ¡Se acabó! ¡Por favor!

—Mia, no te metas en esto.

—¡Lárgate de una puta vez, O'Conner! —la frialdad en las palabras de la pelinegra le hace doler el pecho—. No confío en ti para encontrar a Jesse, así que si no mueves tu auto lo haré yo.

Clarissa comenzó a caminar hasta el autor anaranjado cuando escucho un motor acerándose. Un suspiro aliviado escapó de sus labios cuando reconoció al conductor.