Shadow Of Your Love / (Duff Mckagan Y Nikki Sixx)

Capítulo 21: Clair de Lune

                          Audrey

Era maravilloso ver a mis amigos como poco a poco cumplían sus sueños. Estaba tan orgullosa de cada uno de ellos y en el fondo sabía que lograrían más de lo que se podían imaginar.

Al ver a ambas bandas, estando ahí peleando por el trofeo de la noche, me causaba mucha incertidumbre. Yo no podía verlos compitiendo, ninguno es más que otro. Para mí, eran dos bandas completamente distintas con sus estilos que los convertía a cada uno como bandas y personas únicas.

A quien me encantaba ver sin duda, era a Duff. Me era tan inevitable poder despegarle la mirada. Moría por él. Moría por ser esa quien lo apoye en sus canciones, ser su musa, ser esa persona con quien va a luchar por sus sueños y ser esa persona que lo ayude a levantarlo para celebrar todos sus triunfos.

Estaba tan enamorada de él, que sentía que el corazón se me salía pidiendo a gritos su nombre. Se sentía emocionado como la vez que me regaló flores a pesar de que fue un obsequio para todas. O incluso, lo lindo que se sintió que me invitara a salir y se despidiera de mí con ese beso quedando sellado en mi mejilla.

Mi corazón se emocionaba pero al mismo tiempo se sentía un poco confundido. Parecía como si hubieran señales, pero a la vez no. Se ilusionaba solo pero también parecía que lo ilusionaban. Sinceramente mi lado racional no le hacía caso, Duff jamás podría fijarse en una chica ordinaria como yo y menos si no cumplía sus estándares.

No quería ponerme sentimental, así que salí un rato a la terraza a tomar aire fresco. Me juraba solo durar unos segundos para ir a felicitar a todos mis amigos, hasta que sentí la presencia de alguien venir atrás de mi. Y sí, era Nikki quien quería hacerme compañía, además de que se veía muy felíz. Me contaba lo bien que se sentía y lo cómodo que se sentía de por fin obtener ese triunfo.

—¿Ves? Las cosas mejoran. Te dije que llegarían lejos. Estoy muy felíz por ti, Nikki. — Le di una palmada en la espalda.

—Me siento muy bien. Se siente algo tan inexplicable.

Estaba tan emocionado, tanto que al mirarme de frente no pudo evitar levantarme para darme vueltas como una bebé. Cuando me bajó, solo reíamos de lo sucedido hasta que pasó lo inexplicable. Nikki se acercó a mí y dio un beso en los labios quedándose por varios segundos hasta que me aparté de él.

—Yo... —suspiró profundo — Lo... siento —se veía apenado.

—No pasa nada —le dije tratando de estar tranquila también —Por la emoción creo que cualquiera habría hecho lo mismo —traté de justificar y buscar alguna respuesta a su reacción.

—Audrey... —me miró fijamente a los ojos — En realidad...—hizo una breve pausa para después continuar en lo que se acercaba de nuevo a mí —Desde hace mucho tiempo había querido hacerlo.

En ese momento sentí cómo mi cuerpo se había quedado inmóvil sin poder reaccionar por aquella declaración. Incluso me costaba tragar saliva de la sorpresa que me había llevado. Negaba rotundamente a confirmar lo que mis amigos me venían diciendo desde siempre.

—Me siento profundamente atraído por ti. Me gustas desde hace mucho y ya no puedo seguir ocultándolo más.

Ahora me era muy complicado abrir la boca y producir algún sonido. Estaba en shock porque pensé que jamás pasaría algo así con uno de mis amigos. Me causaba un poco de incertidumbre no poder corresponder a ese amor y perder esa amistad.