Capítulo 6: You Can't Put Your Arms Around A Memory

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Audrey

No podía quitarme de la cabeza que Duff tenía novia. Me sentía triste porque me interesaba mucho ese chico. Tanta era mi distracción que choqué con Nikki por accidente en la cafetería, pero es que no podía evitarlo.

La verdad, es que pensé que Nikki me odiaría por tirarle su almuerzo encima, pero se comportó tan amable conmigo. Incluso, me acompañó a mi mesa para dejar mi almuerzo ahí. Cuando llegué, la cara de las chicas y chicos era de sorpresa, sobre todo la de ellas. Me miraban sonriendo, pero era una sonrisa media pícara.

No le tomé importancia y traté de que todo estuviera de lo mejor. Sobre todo, trataba de no mirar a lado de Steven, porque ahí se encontraban Duff y su chica muy sonrientes.

- Nikki, que sorpresa verte por acá y acompañado de mi amiga Audrey - sonrió Jamie.

- ¿Qué te pasó? ¿Acaso no sabes comer? - Slash señaló su camisa.

- Un accidente, pero vine a acompañar a la señorita que me tiró mi almuerzo encima - se rió.

- Que vergüenza contigo, Nikki - volví a disculparme.

- No pasa nada - mencionó.

- Oye Nikki ¿Para cuando al Rainbow? - preguntó Duff.

- Cuando quieran. Yo estoy más que puesto. Solo avísenme.

Nikki se despidió de los chicos porque se iría con sus amigos. Fue un poco extraño, pero al despedirse de mi me dio un beso en la mejilla y dijo que luego nos veríamos.

Justo cuando se marchó, volteé a ver a las chicas y estaban riéndose emocionadas. Ya me imaginaba que estaban pensando; seguro nos estaban shippeando.

Me senté en una de las sillas, cuando de repente, la novia me habló.

- Tu debes ser Audrey. Duff me ha hablado mucho de ti.

- ¿Ah sí? - la miré extrañada.

- Sí. Ya me dijo que eres muy amiga de las chicas y que también te llevas con la banda. Mi nombre es Jennifer.

- Un placer.

- Igualmente - sonrió y se levantó de la silla tomando la mano de Duff - Bueno, iremos por nuestro almuerzo, ya volvemos.

Todos los chicos y las chicas estaban mirándolos serios.

- Hasta que al fin se fue - mencionó Axl.

- Ya era hora - Izzy cruzó los brazos.

- ¿Por qué? - pregunté - parece una chica encantadora - todos se rieron.

- Qué ingenua eres Audrey. Esa chica es una odiosa - mencionó Izzy.

- A mi me pareció agradable.

- ¿Agradable? Es una presumida de lo peor, se cree la gran cosa. Además, piensa que tiene a todos babeando. A todos nosotros nos muy cae mal - se quejó Jamie - Bendita la hora en la que mi hermano se fijó en esa cabeza hueca.

Ya veía yo que a nadie le agradaba Jennifer. Por lo que me contaban los chicos, Duff si sabía que a ninguno del grupo le caía bien, pero él siempre se lo tomaba a mal cuando le hacían ese tipo de comentarios. Es por eso, que todos prefieren no decir nada cuando él y su novia estan presentes, porque Duff se termina molestando. ¿Tanto la ama para defenderla demasiado? ¿Qué era lo que Duff miraba en ella? ¿Estaba realmente enamorado de una chica así? Mil preguntas que no me podía responder, pero que necesitaba saber.

Uno de los requerimientos de la universidad, era tener una clase extracurricular los fines de semana o por las tardes. Yo había tomado danza, porque me encantaba bailar y porque de niña llegué a practicarlo. Así que, era perfecto para retomarlo los fines de semana. De hecho, ya estaba en camino con mi papá en el auto llevándome para allá. Me bajé del coche y caminé. Ya estaba por los pasillos cuando escuché a Duff gritar mi nombre. Volteé a verlo y se dirigía hacia mí. Venía con una guitarra colgando en su hombro.

- ¿Qué haces por acá?

- Vine a tomar mi clase extracurricular. ¿Tu también? - comenzamos a caminar juntos.

- No, yo solo vine a traer a Jennifer. Ella es porrista.

- Vaya... Entiendo. Pero aquí la pregunta del millón es ¿Y tú qué practicas? - pregunté ansiosa.

- Béisbol, pero no siempre jugamos - rió.

- Me imagino eres malo jugando - dije bromeando.

- ¿Qué insinúa, señorita Audrey? - me miró fingiendo indignación - Piensa que no sé jugar? - bromeó.

- Puede ser - reí - Hasta no ver, no creer.

Nos estábamos poniendo de divertidos. Para ser sincera, era la primera vez que socializabamos únicamente los dos, sin nadie alrededor. Y era emocionante porque me sentía cómoda estando con él. Sentía tranquilidad y paz con su presencia.

Seguimos el paso hasta que llegué a mi ensayo y me despedí de él. Por suerte, la clase solo era de una hora, así que pronto podría ir a casa a descansar.

Cuando terminó la clase extracurricular, salí al patio de la universidad para llamar a mi papá para que viniera por mi. Yo sé que ya con 21 años, podría ser un poco vergonzoso que me recogieran a la universidad, pero era hasta que yo me adaptara. Ciertamente aún no sabía cómo moverme de la ciudad y el único que sabía de mi familia era mi papá.

Estando afuera, vi a Duff sentado en el pasto tocando su guitarra tan concentrado. La verdad quería hacerle compañía en lo que mi papá llegaba, así que me acerqué a él.

- Pensé que te habías ido.

- No, me quedé esperando - palmeó el suelo para que me sentara - Ven, siéntate.

- Claro. - aventé mi mochila y me senté a un lado suyo.

- ¿Esperas a alguien? -preguntó atento.

- Sí, a mi papá. Vendrá a recogerme en unos minutos.

- No pensé que fueras tan hija de papi - rió pero de forma burlona.

- No es eso - reí - No sé moverme en la ciudad, pues apenas tengo poco tiempo aquí.

- Que mala onda que nosotros tus amigos no te llevemos a dar el rol por la ciudad - sonrió y me miró dulcemente - Prometo enseñartela.

Fue ahí donde sentí algo tan mágico. Desde que llegué, había sido el único en preocuparse por eso. Y que mejor que mi guía fuera Duff, así aprovechaba un poco de su compañía, aunque fuera solo de amistad.

En el momento que me prometió enseñarme cada rincón de mi nuevo hogar, solo nos miramos entre sí y nos sonreímos quedándonos unos minutos en pausa disfrutando del momento.

Volvió a tomar su guitarra. Dijo que quería enseñarme un cover que él había hecho de You Can't Put Your Arms Around A Memory, una canción que le gustaba mucho escuchar en todo momento. Pronto, comenzó a tocar los primeros acordes mientras que con la mano derecha hacía los rasgueos hasta que comenzó a cantar. Estaba atenta a él, a cada movimiento, en cada gesto y en su pasión por la música.

Era como si me tocara la canción únicamente a mí. Y así había sido, pues no había nadie con nosotros, pero era como si fuera dedicada solo a mí.

Estaba encantada con él. Tenía un talento inigualable. Toca el bajo, toca la guitarra y ahora me entero que sabe cantar y que lo hacía de forma estupenda. Juraría que cualquiera que lo escuchara, terminaría enamorado de su trabajo y de su talento.

Yo disfrutaba de todo. Para mi, lo único que me estaba importando en ese preciso momento, era que nos estábamos olvidando del resto y que estábamos acompañándonos y siendo tal cual somos.

Él me volteó a ver mientras cantaba. Podía verme en el reflejo de sus ojos verdes y apuesto que él también se veía en los míos. Existía un flechazo, en el cual mi cuerpo sentía un recorrer inexplicable. Una emoción y una calma.

Terminó con su último rasgueo de guitarra y nuestras miradas aún estaban fijas. Me estaba mirando directamente, hasta que sus ojos cambiaron de dirección a ver mis labios acercándose a ellos con lentitud.

Shadow Of Your Love / (Duff Mckagan Y Nikki Sixx) Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin