Capítulo 23: Don't Cry

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                           Audrey

—¿Por qué no te acompañó Renée? —continuó metiendo esa cizaña, parecía que aún así le importaba ese tema.

—Porque la idea era viajar con Duff —respondió Slash quien se mantenía en el volante mirando hacia la carretera con un cigarrillo entre los dientes. —¿Qué te traes con Renée, eh? —volteó a mirarla por unos segundos y Jamie lo regañó para que regresara su mirada al frente.

—Yo nada, pero ya son muy amigos por lo que veo. ¿O es que es tu nueva conquista? —levantó las cejas y él solo se echó a reír a carcajadas.

—Creí que no te importaba —la miró.

—¡Mirada al frente! —le regañó —Y así es, no me importa nada ni con quien salgas. Es normal de ti.

—Así como es tan normal de ti no creer nunca en lo que digo. ¿Pero sabes que creo? Que le tienes celos.

—¿De qué? ¿Por estar contigo? —rió — Brincos dieras, tu puedes hacer lo se te plazca. Si lo de darle clases es un pretexto para echártela, fíjate que no me importa.

—Piensa lo que quieras. ¿Pero si fuera así, qué? ¿Tengo el derecho, no? Tu me dijiste que no querías nada conmigo por esa mentalidad errónea de que solo te quiero para coger cuando no es así. Si así lo fuera, Duff ya me habría matado.

Jamie no dijo más. Tal cual las palabras de Slash la dejaron callada después de una pequeña discusión extraña que parecía estar combinada en celos. Y a pesar de haber tratado de dejar de lado esos reclamos, Jamie parecía buscar siempre algún motivo de pelea y discusión con él. Era una forma de hacer berrinches pidiéndole que la regresara a casa a mitad de camino cuando solo faltaban pocos kilómetros para llegar a su destino.

No podían hacerlo, estaban casi por llegar después de un recorrido largo. Slash miraba de repente a Jamie y otras veces a la carretera cuando un auto a altas velocidades estaba doblando aquella curva por la que estaban pasando. La reacción de Slash fue manobriar lo más rápido posible para evitar lo inesperado, pero eso inesperado sucedió. El auto salió de la carretera cayendo en un desnivel de la tierra y dando vueltas sobre él.

En medio de la neblina que opacaba algunos vidrios que no estaban destrozados de las ventanas, el auto quedó sin movimiento volcado con ambos inconscientes ahí dentro.

Poco a poco le regresó la consciencia a la chica, pero sintiéndose adolorida en muchas partes de su cuerpo aun sin saber lo que había sucedido en esos minúsculos segundos. Mirando a su alrededor, se dio cuenta de lo que había pasado. Volteó la mirada para verlo a él, quien seguía sin despertar y con el rostro cubierto con algunas heridas de sangre.

Como pudo, intentó salir del vehículo para buscar ayuda cuando se volvió a desmayar. Por suerte, alguien se dio cuenta del accidente y del auto volcado, por lo que llamó de inmediato a emergencias.

Cuando éste llegó, la persona que la llamó buscó entre las pertenencias algún número telefónico de familiares y conocidos de las personas accidentadas, de las cuales fue Duff el primero en recibir la mala noticia.

Su rostro había cambiado notablemente, y claro, estaba muy preocupado por ambos: su hermana, su adoración y Slash uno de sus mejores amigos.

Al momento que Jamie y Slash llegaron al hospital, ella volvió en sí. Giró para mirar la otra camilla que estaba siendo trasladada a una de las habitaciones y que estaba siendo ocupada por Saúl. Comenzó a exaltarse y a desesperarse por lo vivido y por verlo de esa manera aún sin poder reaccionar. A ella la atendieron, le revisaron y le colocaron un collarín y un yeso a uno de sus brazos.

—Estás bien, nada grave. Pero te voy a recetar unos medicamentos para los dolores y el malestar. —anotó el doctor en su receta mientras Jamie estaba intranquila por saber sobre el estado de Slash.

—Doctor ¿Cómo está la persona con la que venía? —preguntó preocupada.

—Todavía está en observación. Aún no reacciona.

—¿Puedo ir a verlo?

El médico respiró profundamente y accedió para que pudiera estar más tranquila si lo veía aunque sea por un momento en lo que reaccionaba. Al llegar y verlo tan indefenso hiso que algo dentro de ella se moviera haciéndola sentirse culpable. Con lágrimas en los ojos, rogaba y suplicaba a lo más sagrado que Saúl despertara.

Era un momento inesperado que nadie pensó que pasaría, así como Duff quien al finalizar esa llamada había quedado estático sin la capacidad de reproducir ni una palabra. Y era inevitable no preguntarle sobre lo que le habían dicho al alzar el teléfono, porque era como si alguien le hubiera bajado el interruptor a su felicidad.

Estaba tan preocupado que no se hallaba. Quería llegar como fuera lugar con su hermana para garantizar que de verdad estuviera bien. Me preocupé tanto al enterarme, porque su hermana era como si fuera la mía también. Era mi mejor amiga, claro que me iba a doler lo que le pasara.

Me pidió interrumpir la visita en el letrero de Hollywood para dirigirse directamente al hospital donde habían sido trasladados. Me preocupaba que se fuera solo, entonces le convencí de acompañarlo. 

Él accedió tratando de sonreír y agradeciendo de estar con él en esos momentos difíciles. Para mí, no era más que un placer estar con él en todo momento, sea de alegría o de felicidad, pero quería apoyarlo siempre y cual fuera la circunstancia.

Nos subímos al auto y empezamos a dirigirnos al hospital. Estaba tan preocupado mientras manejaba pensando que seguramente el culpable de todo había sido el mismo Slash. Aunque, enrealidad no era momento de buscar culpables ni señalamientos porque había sido un suceso impredecible, pero eso no lo entendía porque estaba cegado por el dolor que sentía.

Trataba de hacerle ver que las cosas no eran como las pensaba, porque al final ninguno de los dos eran responsables del accidente. Y parecía que funcionaba cuando le hacía entender que así era convirtiendo sus pensamientos en un poco de tranquilidad.

Mientras por mi mente también pasaba que de nueva ocasión ya no le pude decir mis sentimientos. Parecía una prueba del destino que no quería que le dijera lo que sentía hacia él. Además, con esta situación ya no era el momento indicado para hacércelo saber, solo quería que estuviera bien y que todo esto pasara.

En el transcurso del viaje ya me comenzaba a dar frío por el aire acondicionado de su auto, entonces acerqué mi mano para apagarlo cuando de la nada él estiraba la suya. Su mano había rozado con la mía. Me había sentido nerviosa por eso porque al mismo tiempo estábamos queriendo hacer lo mismo sin previo aviso. Y sentir lo cálido de su piel por un segundo, alertó a mis sentidos.

Él me volteó a ver y me sonrío. Yo lo hice también, pero me había quedado con las ganas de tomar su mano para acompañarlo por siempre.

Después de un poco largo ese recorrido, llegamos al hospital y nos bajamos rápidamente para preguntar a la recepcionista por Jamie y Slash. Ella amablemente llamó a los doctores para que salieran a informarnos sobre el estado de ambos. Afortunadamente Jamie estaba bien, solo unos pequeños rasguños y el yeso en brazo.

Cuando entramos a su habitación, me dio tanto gusto ver a Duff abrazando a su hermana con la felicidad de saber que ella estaba con bien. Me agradaba y hacía sentir felíz mirar ese cariño de hermanos que solo había visto funcionar en ellos dos. Duff la adoraba.

Ella al abrazarlo se puso a llorar y le dijo que había sido su culpa de que Slash aún no despertara y contó todo lo que había sucedido en el accidente.

Pedimos entrar a la habitación de Slash donde estaba conectado a los aparatos y con suero intravenoso aún sin estar consciente. Jamie al verlo lloraba sin poder contener las lágrimas. ¿Culpa o sentimientos ocultos?

Shadow Of Your Love / (Duff Mckagan Y Nikki Sixx) Where stories live. Discover now